El pueblo español más bonito del mundo, según la Organización Mundial del Turismo

  • Rupit es una de las villas medievales más características de todo el país

  • Sus calles empedradas, casas de piedra y paisajes de ensueño lo convierten en un destino único para los amantes de la naturaleza

  • La provincia con más pueblos bonitos de España

Como cada año la Organización Mundial de Turismo (OMT) hace un recopilatorio de los mejores pueblos del mundo en su ranking “Best Tourism Villages”. Un listado de pueblos que todo mortal merece visitar al menos una vez en la vida. Se trata de localidades que, además, según explican desde la organización, “están liderando el camino en el cuidado de las zonas rurales y la preservación de los paisajes, la diversidad cultural, los valores locales y las tradiciones culinarias”. 

La elaboración del listado no es tarea fácil, pues se tienen en cuenta muchos criterios entre los que destacan, la belleza del pueblo, sus recursos naturales, su patrimonio histórico y cultural, así como el cuidado del medio ambiente, entre otros aspectos. Como ni podía ser de otra manera, España está en el listado, pues es un país lleno de pueblos preciosos, y hay varios pueblos españoles en el listado.

El pueblo español más bonito es Rupit, ubicado en Cataluña; un municipio caracterizado por su paisaje montañoso, sus calles empedradas, sus casas de piedra y su aire medieval. En esta localidad destacan la Iglesia de Sant Miquel, el Castillo de Rupit, el puente Colgante o el de Can Badaire, entre otros.

Una villa medieval

Rupit es una de las villas medievales de Cataluña, la más pintoresca si cabe, pues sus peculiares construcciones de piedra trasladan hasta el medievo a todo aquel que la visita. Sus paisajes, su naturaleza y sus pronunciados e impactantes acantilados no dejan a nadie indiferente. 

Este idílico pueblo de Cataluña, que en realidad está compuesto por dos municipios fusionados, Rupit y Pruit, no permite el paso de los coches. El pueblo recibe al visitante por medio de un puente para cruzar el arroyo. La altura, la torre y su majestuosidad construyen una pasarela única hacia las murallas de la antigua ciudad que parece no haber cambiado desde hace siglos.

Allí se puede disfrutar de un paseo por calles empedradas y casas de piedra, construidas en los siglos XVI y XVII. Un lugar donde ahora hay comercios que invitan al visitante a llevarse libros y gastronomía local. Los restaurantes también permiten vivir otra época mimetizándose con el ambiente medieval que se respira en el ambiente. 

Naturaleza e historia

Como en muchos pueblos, el corazón de la villa está en la Plaza Mayor, espacio en el que empiezan o terminan las estrechas calles del pueblo y que da una paz y una tranquilidad digna de experimentar. Se trata de una villa histórica por su arquitectura única. La Ermita de Santa Magdalena, la calle del Fosar, y la Iglesia de Sant Miquel, son de los más pintorescas. 

Esta última es un templo de estilo barroco que fue construido en el siglo XIII y que rompe toda la sintonía marrón de las casas de piedra del pueblo, pues su fachada luce en blanco y tiene una planta de cruz griega. 

Uno de sus puntos turísticos destacados es el Salto de Sallent, que es el salto de agua más grande de Cataluña, con una caída libre de 115 metros. Este afluente del río Ter nace de torrentes y fuentes que se originan en lo alto de la sierra de Collsacabra. Es accesible a través de senderos señalizados y ofrece una vista impresionante que deja sin respiración.  

En resumen, Rupit es mucho más que un pueblo. Es un lugar único escondido en las montañas de Cataluña, un tesoro donde la historia, la naturaleza y la belleza se fusionan en uno para ofrecer el visitante un viaje en el tiempo inolvidable.