Aunque parezca mentira, las habitaciones de hotel son uno de los sitios preferidos para los amigos de lo ajeno. Según un informe elaborado por Wellness Heaven, una guía online de hoteles y spa de lujo con sede en Alemania, en el 79,2% de los hoteles encuestados, algún cliente se ha llevado toallas. Sin embargo, el listado es cuanto menos sorprendente por gente que se ha llevado los colchones.
La encuesta se realizó a los gerentes de 1.376 hoteles en Europa entre septiembre y octubre de 2023 y el resultado de los objetos más robados en los hoteles es:
Además, el estudio hace especial mención a que la nacionalidad de los usuarios de los hoteles también tiene implicación directa en el tipo de cosas que se llevan. Los alemanes y británicos son los que más toallas, albornoces, cosméticos y artículos de tocador se llevan; los austríacos, la vajilla y máquinas de café; los estadounidenses las almohadas y las pilas; los italianos las copas de vino; los suizos los secadores de pelo; los franceses los televisores y mandos a distancia y los holandeses las bombillas y papel higiénico.
Como no podía ser de otra manera, toallas, albornoces y perchas son las típicas cosas que siempre hay en una habitación de hotel y que muchos de los huéspedes deciden llevarse sin permiso.
Según el presidente de AC Hoteles, Antonio Catalán, en el podcast de 'Nude Project', en España e Italia se llevan, nada más y nada menos que, "como 80.000 toallas al año". "Pero bueno, van con el logotipo. Cada mañana que se lavan la cara ven la marca", añadía el empresario entre risas.
Después de las toallas y de los albornoces, el tercer objeto que, sorprendentemente, más se roba en los hoteles son las perchas, el complemento perfecto para cualquier armario. Hay algunos hoteles que ponen perchas antirrobo para evitar este tipo de hurtos que acaba suponiendo un alto coste para las cadenas hoteleras.
Además de lo mencionado, los bolígrafos también son objeto de deseo de muchos de los que alojan en un hotel. Según el informe el 41% del público se ha llevado en algún momento lápices o bolígrafos de un hotel.
Pero entre los hoteles encuestados también han contado en sus habitaciones con gente que se ha llevado desde la cubertería de la cafetería o el restaurante, hasta secadores o almohadas, colchones y televisiones.
En un hotel de Berlín uno de sus huéspedes se llevó el cabezal de una ducha efecto lluvia, una ducha de hidromasaje, un asiento de inodoro e incluso un lavabo entero. En un balneario de Alemania, un cliente desmontó el sistema de sonido estéreo de la habitación y se lo llevó en su vehículo.
En un hotel de Inglaterra, un huésped quitó el número de la puerta de su habitación. "No nos dimos cuenta hasta que el siguiente huésped no encontró su habitación", comentó el director del hotel.
Por otra parte, un huésped de un hotel en Francia fue sorprendido intentando robar una cabeza de jabalí disecada. Un hotelero italiano confesó que fue testigo de la desaparición del piano de cola del vestíbulo, que fue sustraído por tres hombres vestidos con mono de trabajo.
Pero uno de los robos que más sorprende es el de colchones. Un 6% de los hoteleros encuestados afirma que alguna vez les han robado un colchón. El cómo lo hacen es todo un misterio para muchos.