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Hay otras Europas, pero están en esta. Por lo general, un poco más al norte. Y cualquiera que se haya subido a uno de esos transportes públicos nórdicos es los que no hace falta picar el billete y casi no hay controladores porque, obviamente, sería absurdo imaginar que alguien va a hacer uso del servicio sin haberlo pagado, conocerá esa sensación de libertad, casi de libertinaje, buenrollista y moralmente superior que, para qué negarlo, nos resulta a veces inquietante los que venimos del sur.
Dicho esto, Copenhague, capital de Dinamarca, ha dado un paso más en su confianza en la bondad de los desconocidos y ya no solo te da la bienvenida sino que incluso te invita al almuerzo y al café y a hacer kayak y a una serie de actividades culturales y de ocio, si es que les demuestras que has sido un turista ejemplar... con tu palabra. O casi. En realidad puedes demostrarlo, por ejemplo, mostrando un ticket de tren (el uso del transporte público es prioritario para no contaminar) o llegando en bici o apuntándote a la limpieza de alguno de los muchos huertos urbanos y tomándote un selfie para documentarlo.
¿Por qué hacen estas cosas los daneses? En palabras de los responsables de la singular campaña, porque "no importa si andas en bicicleta, usas el transporte público o recoges basura: puedes usar tu buena energía y obtener las recompensas mencionadas. Confiamos en ti cuando pides pagar con esas buenas acciones. Después de todo, el único al que estarías engañando serías a ti mismo si no haces nada bueno por nuestro planeta".
Se trata de un iniciativa que, y en esto son enfáticos, "no está destinada a incrementar el turismo". La idea, es más bien, despertar la consciencia del turista y hacer de la experiencia de visitar Copenhague una forma de colaborar, también, con su sostenibilidad. "En Copenhague se pueden encontrar bicicletas de alquiler para recorrer la ciudad sin emisiones. El agua del grifo de Copenhague es limpia y sabrosa y, en comparación con el agua embotellada, deja una huella significativamente menor en el medio ambiente. Ayudar a limpiar el puerto mejora la habitabilidad de miles de personas, al tiempo que lo mantiene como una valiosa zona urbana recreativa", aseguran. Y por ello te premian con una serie de 'recompensas' que van de comidas a cafés a excursiones en kayak o visitas guiadas a Museos. Todo gratis. Un premio a tu civismo y buen hacer ecológico a cargo de la propia ciudad.
CopenPay arranca con más de veinte establecimientos afiliados, este 15 de julio y estará vigente hasta el 11 de agosto. Hay un mapa de establecimientos y puntos a los que puedes acercarte a canjear tu buen comportamiento por las recompensas señaladas. Aunque, en realidad, para los organizadores: "Las recompensas más significativas no son las que obtienes por tus esfuerzos, sino las que todos obtenemos de tus elecciones conscientes".