Uno de los destinos vacacionales que más de moda se han puesto en los últimos años es Grecia, en especial todas sus islas que, dada su belleza (ya la comprobamos en ‘Mamma mia!’), todos los veranos se llenan de turistas, unas más que otras, como Mykonos, una de las zonas turísticas del Mediterráneo. Sus aguas cristalinas y de un azul turquesa espectacular contrasta con sus casitas blancas con ventanas de colores que ya se han convertido en una seña de identidad mediterránea. Pero ¿y si no tuvieses que cruzar todo el mediterráneo para disfrutar de Mykonos?
Las costas españolas no tienen nada que envidiarle a otras muchas zonas del mundo y precisamente en Andalucía se encuentran muchas zonas de ensueño, incluso un pequeño pueblo a orillas del mar al que muchos ya llaman la ‘pequeña Mykonos’ andaluza.
Para encontrar ese pequeño paraíso costero hay que irse hasta Almería, en concreto al municipio de Níjar, donde se encuentra la singular localidad de la Isleta del Moro, una pequeña península a la que rodean aguas cristalinas que se encuentra en pleno Parque Natural de Cabo de Gata y que apenas supera los 170 habitantes.
Su nombre proviene de su pasado como refugio de los piratas berberiscos y en honor al islote que está frente a su costa. La esencia de Isleta del Moro está prácticamente intacta. Se trata de un pueblo de tradición pesquera donde predominan las casas blancas con puertas y ventanas azules o los barcos que se encuentran cerca de la playa esperando a salir a alta mar.
Un pueblo que es un remanso de paz a orillas del Mediterráneo, donde disfrutar del sol y del mar como si estuvieses en una isla griega, pero sin tener que salir de España. Sí que es cierto que durante estos meses su tranquilidad se ve interrumpida, ya que es en verano cuando la localidad recibe al mayor número de visitantes que ven en Isleta de Moro un lugar perfecto para pasar unos días de descanso, una jornada de playa, o contemplar su paisaje si les queda de paso hacia su destino.
Si quieres disfrutar de la playa, la del Peñón Blanco es sin duda la más famosa y grande, con cientos de metros de arena fina que bañan sus aguas turquesas que son perfectas para un chapuzón de verano con el que refrescarse de las altas temperaturas.