Son muchos los pueblos de la península ibérica que tienen un encanto especial. Por su gastronomía, por su arte, medievales, curiosos, abandonados… los motivos para que un pueblo sea catalogado como diferentes son muchísimos. Curiosamente, en Cataluña hay un pueblo de lo más original, a tan solo nueve kilómetros de la capital de la comunidad se puede apreciar que la forma de su conjunto es exactamente igual al mapa de España: se trata de Badía del Vallés.
Desde el aire, su forma es del mapa de España, lo que lo convierte en un lugar curioso y único. La construcción se dice que se realizó de manera totalmente intencionada, con la forma de la península ibérica, y cada zona se dedicó a una parte de España. Se quiso rendir homenaje a nuestro país creando una España dentro de España, de manera que la localidad se destaca no solo por su vista aérea, sino también por una multitud de homenajes al territorio español. Badía del Vallés, constituida en 1994, es la localidad más joven de Cataluña.
Para llevar a cabo este proyecto, se expropiaron 887.442 metros cuadrados de terrenos pertenecientes a los municipios de Sabadell, Cerdanyola del Vallés y Barberá del Vallés. Aunque las obras finalizaron en 1975, no se constituyó hasta el año 1994.
En 2023, la población de Badía del Vallés superaba los 13.000 habitantes. Lo curioso de la construcción es que se hizo con la forma de la península ibérica y se quiso también dedicar cada zona a una parte de España. Además, en la localidad podemos encontrar que los colegios tienen sus respectivos nombres en referencia a los bailes típicos de cada comunidad autónoma: seguidillas, sardanas, jotas, etc.
"Las calles y su ubicación en el mapa también están elegidas deliberadamente. Es decir, no sorprende que la Avenida del Mediterráneo discurra, precisamente, por lo que debería ser el Mediterráneo. Lo mismo pasa con la Calle Zaragoza o con la Calle Oporto", aseguran desde el medio Barcelona Secreta.
Las viviendas de Badia del Vallés son un claro ejemplo del desarrollo de los años 70, diseñadas para albergar a diversas clases sociales. Inicialmente, el 66% de las viviendas estaba destinado a funcionarios y empleados de empresas públicas, y el 34% restante a trabajadores. Lo que más llama la atención son los bloques de pisos, construidos siguiendo el modelo francés de piezas modulares.
No se trata de una formación al uso, sino que fue algo por completo intencionado. Dentro del plan de vivienda social que desarrolló el régimen franquista en los llamados años del desarrollismo, a partir de la década de los 60, el Ministerio de Vivienda de entonces encargó un plan para construir hasta 12.000 pisos en la zona que ahora ocupa Badía del Vallés, para lo que se expropiaron terrenos que sumaron una superficie próxima a los 900.000 metros cuadrados a las vecinas Sabadell, Cerdanyola del Vallés y Barberá del Vallés.