{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
El equipaje de mano cuando se va a viajar en avión siempre tiene algo de polémica. Son necesarias unas medidas concretas y siempre hay alguna aerolínea más lista que pretende cobrar por llevar maleta en cabina. Sin embargo, hay unas normas básicas que todo viajero conoce sobre lo que puede llevar cuando su maleta no se va a facturar, entre ellas el límite de líquidos que puede llevar o la prohibición de ciertos objetos que pueden ser peligrosos.
Ahora bien, a partir del próximo 1 de septiembre de 2024 en los aeropuertos de Europa va a haber cambios que deben cumplirse, tal y como ha señalado la Unión Europea en una nueva normativa sobre el equipaje de mano que va a afectar solo a los aeropuertos que tienen instalados los escáneres C3 que ya permiten llevar líquidos sin ningún tipo de restricción en la cantidad en el equipaje de mano.
No obstante, a partir del 1 de septiembre de 2024 en estos aeropuertos vuelve a solo permitirse envases que tengan una capacidad máxima de 100 mililitros. ¿Por qué se ha vuelto para atrás con esta medida en estos aeropuertos?
La realidad es que es una medida temporal para revisar el sistema que se estaba utilizando, volviendo a imponer las limitaciones en la capacidad de los líquidos. Los escáneres que se estaban utilizando eran los más avanzados que permitían no solo llevar los líquidos de más de 100 mililitros, sino que incluso libraba a los viajeros de tener que sacar sus aparatos electrónicos, como los ordenadores portátiles, de la maleta o la mochila, agilizando así las colas en los controles de seguridad.
Se trata de una tecnología mucho más costosa que los rayos X que se han utilizado hasta ahora, por eso mismo su implementación en los aeropuertos no está siendo lo rápida que debería.
El director general de ACI Europa, Olivier Jankovec sostuvo que “la seguridad no es negociable, es una de las prioridades de los aeropuertos europeos. Por eso todos los aeropuertos cumplirán plenamente con la nueva restricción. El hecho es que los que han adoptado esta nueva tecnología de forma temprana están siendo duramente penalizados tanto a nivel operativo como financiero. Habían tomado la decisión de invertir e implementar escáneres C3 de buena fe y basándose en que la UE ha dado luz verde a este equipo”.
Sin embargo, señala que “la decisión de imponer ahora restricciones significativas a su uso pone en duda la confianza que la industria puede depositar en el actual sistema de certificación de la UE para equipo de seguridad de aviación. Debemos extraer las lecciones de esta situación y asegurarnos de que el sistema de certificación de la UE proporcione la seguridad jurídica y la estabilidad operativa necesarias en el futuro”. Pese a ser una restricción temporal, no se sabe cuando será levantada y podrá volver a usarse este tipo de escáneres.