La isla habitada más pequeña de España

  • Siglos de historia, aguas cristalinas y calas recónditas: así es la isla de Tabarca

  • Tabarca está declarada Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural, y sus aguas son Reserva Natural Marina, la primera de nuestro país

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En un lugar de España es posible bañarse en aguas cristalinas, tocadas por la suave luz del Mediterráneo. Esas mismas aguas bordean la isla habitada más pequeña de nuestro país. ¿Dónde se encuentra ese paraíso?

A 20 kilómetros de la ciudad

En Alicante, a apenas 22 km de la ciudad, se halla Tabarca. Esta pequeña isla cuenta con una extensión de apenas 1.800 metros de largo y 400 de ancho y esconde un tesoro de historia, naturaleza y belleza que la convierten en un destino único.

Pese a su tamaño, Tabarca atesora una fascinante historia. Los primeros asentamientos datan de época fenicia, aunque fue durante la romanización cuando comenzó a registrar más actividad. Sin embargo, se hizo más conocida como refugio de piratas musulmanes. El rey Carlos III ordenó entonces fortificar y repoblar la isla en 1760. Ese fue el origen de lo que hoy conocemos como el reciento amurallado de Tabarca.

Conjunto Histórico Artístico

Tabarca está declarada Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural, y sus aguas son Reserva Natural Marina, la primera de nuestro país. Cuando se llega a la isla, el visitante verá las imponentes murallas y la iglesia barroca de San Pedro y San Pablo, construida a finales del siglo XVIII. Entre otros monumentos, también destacan la Casa del Gobernador, hoy un pintoresco hotel, las cuevas de Llop Marí y el museo de Nueva Tabarca.

Se puede hacer rutas a pie que recorren la isla para descubrir la Torre de San José, construida entre los siglos XIV y XV, y el faro de Tabarca, del siglo XIX. Desde ese faro pueden disfrutarse de inolvidables puestas de sol.

Cómo llegar

En cuanto a su playa, la isla ofrece parajes de inigualable belleza. Tabarca posee una playa de arena blanca y fina, y aguas de increíble color turquesa, salpicaca con pequeñas calas para quienes quieran disfrutar de un entorno más agreste.

La localidad de Santa Pola es el punto más cercano a la isla. Desde allí salen embarcaciones que en apenas media hora cubren el trayecto. Alicante y Benidorm también ofrecen transporte hasta la isla, un auténtico y desconocido tesoro del Mediterráneo.

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