La inesperada ciudad que se ha convertido en la más sucia de España, según la OCU

La importancia de mantener nuestras ciudades limpias es un asunto que va más allá de la mera estética urbana; es un imperativo para el bienestar de la comunidad y el futuro sostenible de nuestras localidades. Además de dar una buena imagen a los visitantes y a sus propios vecinos, el hecho de que las calles se vean limpias es también beneficioso por muchos otros aspectos: menos olores desagradables y basuras, menos gérmenes o mayor calidad de vida, entre otros.

La limpieza urbana desempeña un papel crucial en el fomento del turismo, una de las principales fuentes de ingresos de nuestro país. Un entorno urbano limpio y bien mantenido atrae a más visitantes y, en consecuencia, genera más empleos y oportunidades económicas. La limpieza de las ciudades es una de las preocupaciones de los ciudadanos, por eso, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realiza periódicamente una encuesta de satisfacción en este aspecto y realiza un ranking de las ciudades más limpias y sucias del país

El informe destaca que las grandes capitales mediterráneas y del sur con gran afluencia turística concentran las valoraciones más bajas.  Entre las peores destacan Palma, Alicante y Sevilla, seguidas de San Sebastián de los Reyes, Las Palmas de Gran Canaria, Barcelona y Madrid. Este estudio analizó el estado de limpieza de las calles en los distintos municipios españoles, teniendo en cuenta la presencia de residuos, basura, excrementos de animales, pintadas y otros elementos que ensucian el paisaje urbano. 

Palma de Mallorca es una ciudad que recibe millones de turistas cada año. Esta gran afluencia de visitantes genera una enorme cantidad de basura y contribuye en gran medida a la sensación de suciedad en las calles. El informe explica que la presencia de excrementos animales en la vía pública, las pintadas y la suciedad en el entorno de los contenedores son los factores que más inciden en una valoración negativa por parte de los usuarios. En algunas ciudades también preocupa la existencia de puntos negros como problemas con el botellón, mercadillos o cierto abandono de barrios periféricos.

No hace falta una gran inversión

La percepción de los ciudadanos sobre la limpieza en su entorno es un aspecto esencial que la OCU ha tomado en cuenta. Muchos residentes de Palma han expresado su descontento con la situación actual, señalando que la falta de limpieza afecta su calidad de vida. Las quejas son variadas, desde la acumulación de basura en las aceras hasta la insatisfacción con la frecuencia de la limpieza de las calles. 

 Una mayor inversión en limpieza no mejora necesariamente las valoraciones. “Lo que sí parece influir positivamente es la frecuencia de las tareas: cuanto mayor es la frecuencia de barrido y de baldeo declarada, mejor calificación. Los ayuntamientos pueden sacar mejores notas a fuerza de más agua y más escoba sin necesidad de maquinarias caras, sobre todo en zonas de la periferia, donde parece que no se limpia tan a menudo”, aseguran desde la OCU, quienes además hacen una petición a los consistorios: la de aumentar la frecuencia de barrio y baldeo de las calles sin necesidad de invertir en maquinaria a grandes inversiones.