En España, país de batallas de moros y cristianos, ataques de piratas y cruentas luchas por hacerse con el poder, estas fortificaciones forman parte de nuestro paisaje. Puede haber unos 20.000, algunos de los cuales han sido rehabilitados y ahora se ofrecen en alquiler o como hotel. Permiten disfrutar de su leyenda, de un pedazo de la historia y de su magnífico enclave.
Este es un castillo encantado. Cuenta la leyenda que uno de sus antiguos propietarios, el arzobispo de Fonseca, vivió aquí su amor clandestino con María de Ulloa, esposa de Álvaro Páez de Soutomaior. Ella encontró en el religioso los placeres vedados por un marido hermoso, que "no era hombre para mujeres". Tal era la manera más elegante de describir en la Edad Media a los homosexuales.
Una vez descubiertos, sufrieron el repudio de la Iglesia y su amor se truncó. Los fantasmas de los amantes podrían vagar desde entonces por sus estancias. Esta es una fábula que no dejan de alimentar los huéspedes que se alojan en él y los propios empleados, que relatan que reciben llamadas telefónicas desde habitaciones vacías, ruidos misteriosos, respiraciones que hielan la sangre, golpes incesantes y el espectro de los amantes que recorre las habitaciones, sobre todo las que dan a las antiguas caballerizas. Hay quien dice que ha escuchado al arzobispo de Fonseca pidiendo que le preparen su caballo y otros que se les ha aparecido una dama vestida de blanco.
Evidentemente, todo es superchería, pero llena de hechizo la estancia en el Castillo del Buen Amor. La fortaleza actual, del siglo XV, se alzó sobre los cimientos de una construcción del siglo XI y tuvo varios dueños. Entre ellos, los Reyes Católicos o los Fonseca, un linaje de arzobispos.
Por su fascinante historia, es un castillo muy del gusto de las parejas maduras. Se alquila por habitaciones y ofrece una promoción dorada (75 euros por persona) para que los mayores de 60 años puedan disfrutar, descansar y cuidarse rodeados de la naturaleza y el sosiego que ofrece el campo charro. Es patrimonio artístico desde 1931 y a 27 kilómetros se encuentra la antigua ciudad universitaria de Salamanca. Su interior ha sido restaurado con exquisitez, conservando toda su estructura y muchos de los elementos originales, como las mazmorras, donde se puede degustar una cena romántica o familiar.
Información y Reservas: 923 35 50 02/ Web del Castillo Buenamor
Precio: desde 150€ por habitación (IVA incluido)
Se construyó en el siglo X y tiene el enclave privilegiado de cima de la montaña de San Bartolomé, en la comarca del Ripollés, a 909 metros. Se ha reformado como alojamiento rural, con dos casas que se comunican entre sí: las escuelas, con capacidad para seis personas, y la Torre de Homenaje, con cinco habitaciones dobles y capacidad para diez. Conserva la idiosincrasia de castillo medieval, con la torre, patio de armas, recinto religioso, un pequeño cementerio, jardines y la Iglesia de San Bartolomé, de estilo románico.
Se puede alquilar entero para 16 personas (hasta 21 si se solicitan camas adicionales) o por apartamentos. Su historia está ligada al conde Wifredo el Velloso, quien fundó para su hija Emma el Monasterio de San Juan de las Abadesas, el único femenino en Cataluña hasta 945. Al ser Emma aún una niña, el cenobio quedó en manos de un grupo de presbíteros alcanzar la edad adulta. Su padre dotó al monasterio de numerosos bienes que ella se encargó de ir ampliando. Entre ellos, este antiguo castillo.
Para trasladarse a sus orígenes, hay que asomarse a sus misteriosos fosos y recorrer sus torres, magníficas para divisar la sierra de Montserrat, a un lado, y el Pirineo, al otro. La habitación favorita suele ser la del rector, ya que cuenta con un gran ventanal con espectaculares vistas. El artífice de su ultima transformación es Marc Guinjoan, un profesor de Historia barcelonés, que lo describe como un pequeño oasis. Al atractivo del castillo hay que sumar la posibilidad de visitar las baumes o cuevas del Texeidor, a solo una hora y media caminando, o la comarca volcánica de la Garrotxa.
Información y reservas: (34) 690 796 279/ Web del Castell de LLáes
Precio: entre 443 y 574 euros/día
Sus abigarrados muros de piedra custodian desde hace más de diez siglos secretos que hablan de señores y vasallos y batallas entre musulmanes y cristianos, cuando guerra y religión estaban indisolublemente unidas y se luchaba con la convicción de que el reino de los cielos esperaba a los que combatían con fervor. Los primeros propietarios fueron los Cervera, un linaje de la aristocracia militar catalana que tomó el apellido al ser nombrados castellanos del castillo que llevaba ese nombre. Posteriormente, su propiedad pasó a otras nobles casas.
Situado entre Tárrega y Cervera, en la parte más elevada del municipio de Fonolleres, hoy se promociona como casona de turismo rural con encanto. Tiene capacidad para doce personas y se alquila íntegra. Sus habitaciones están decoradas con mobiliario actual y cómodo. La habitación Petra, en la planta baja, conserva como ninguna el encanto de castillo.
En todo el castillo reina un silencio muy evocador. Sus alrededores ofrecen una naturaleza muy cuidada y un laberinto de caminos que convierten la zona en una especie de Toscana.
Información y reservas: 620 23 50 87 Web del Castillo de Fonolleres
Precios: 420/ noche. 2520 euros/ 6 noches
Esta fortaleza nos traslada a Isla Centinela, situada, aunque suene extraño, en la provincia de Ávila, lo que la convierte en una de las islas más singulares de España. Está en medio del pantano del Burguillo, aproximadamente a una hora de Madrid, y tiene 10.000 metros cuadrados. Su alquiler incluye la isla en su totalidad. Está totalmente amurallada y cuenta con embarcadero propio. Puede acoger hasta ocho o diez personas.
Destaca el salón, con salida a una terraza almenada que comunica con la torre. Como es de suponer, el conjunto goza de unas condiciones de privacidad, tranquilidad y belleza paisajística excepcionales. Cuando el pantano se seca, se puede acceder al castillo en coche. El resto del año, en lancha. Al sur se encuentra el parque natural Valle de Iruelas, con ecosistemas de especies únicas, como el buitre negro, y una gran variedad de fauna y flora. La isla ofrece una amplia variedad de actividades, como nadar o practicar piragüismo, remo, navegación, sky acuático, senderismo y pesca. Para los buenos comedores, el atractivo se amplía con la rica gastronomía de la zona.
Información y reservas: 91 542 78 41/ 670 74 14 98 Web de la Isla del Burguillo
Precio: 1.300 euros/ noches (8 personas). 2800 euros/5 noches.
Esta es una ciudadela gótica del siglo XIV que sus actuales propietarios salvaron de la ruina en los años ochenta. Después de 30 años de restauración, ha recuperado su esplendor medieval original y hoy es un lugar diferente, mágico e inusual que incita a revivir un trocito de historia. Cada una de sus habitaciones es diferente al resto y en cualquier rincón te puedes topar con algún libro antiguo, una obra de arte y vestigios rescatados de otros castillos.
Construido en sillar, ha sido declarado Bien de Interés Cultural y conserva todos sus elementos defensivos: matacán, murallas almenadas con saeteras, adarves o torres defensivas. En los trabajos de reconstrucción se eliminaron todos los anexos modernos y se restauraron lienzos, almenas y estancias. Dadas sus peculiares condiciones naturales, con un privilegiado microclima, fue utilizada desde al menos el siglo XVI como residencia estival. La leyenda cuenta que en Grisel vivía un moro adinerado convertido al cristianismo por orden real. Un día que burló un de los festejos de Santiago Apóstol se abrió a sus pies un enorme pozo y quedó sepultado.
El castillo está situado en la pequeña población de Grisel, a tres kilómetros de la ciudad de Tarazona, importante reclamo turístico por su espléndida catedral y su judería, además del Parque Natural del Moncayo.
Información y reservas: (34) 669 49 21 58/ Web del Castillo de Grisel
Precios: 650 euros/ noche (7 habitaciones). 730 euros/ noche (8 habitaciones)