El momento de elegir las vacaciones siempre es algo complicado, más aún si va toda la familia o vas con algunos amigos, pues hay que decidir destino, hospedaje y otros muchos detalles. En ocasiones muchos deciden optar por una opción más que atractiva: el todo incluido. De esta manera te quitas un peso de encima en muchos aspectos, pero aunque a veces pueda parecer que el todo incluido puede quitar libertad en tus vacaciones todo depende de cómo se mire y afrontes tu época estival, pues siempre puedes aprovechar al máximo tu hospedaje y también salir un poco y conocer que hay fuera del resort que has elegido.
Un todo incluido en la mayoría de ocasiones requiere pagar un poco más, pero eso también significa quitarse algunas preocupaciones, pues quienes eligen esta opción están prácticamente todos los días de su estancia en el hotel, su único cometido es desconectar y relajarse antes de volver a la rutina con las pilas bien cargadas.
Al llegar al resort y hacer el check in se suele colocar una pulserita que te permitirá disfrutar de todo lo que hay en el hotel. Estos resorts suelen ser bastante grandes, con varias zonas de piscina y actividades para los más pequeños pero también para los mayores. Al final estos paquetes todo incluido lo que te permiten es no tener que salir para nada del resort.
Por la mañana acudes al buffet del desayuno, de ahí a la piscina, a la hora de comer vuelves al restaurante, luego puedes merendar algo en el bar piscina o beber un cóctel mientras tomas el sol o mantienes una charla de lo más amena con tu familia o con los nuevos amigos que has hecho en el propio hotel. Y para terminar el día la cena, que seguirá siendo buffet pero no está de más arreglarse un poco, pues muchos alojamientos ofrecen después algún espectáculo tanto para niños como para adultos. Una buena dosis de entretenimiento sin tener que salir del resort.
Las actividades diarias son otro de los puntos fuertes de los todo incluido, así que si quieres mantener entretenidos a tus nietos no hay nada como apuntarlos a campeonatos de todo tipo: waterpolo, ping pon, voleibol… No te extrañes si al final terminas tu también apuntado, pues en esas actividades se pueden forjar muchas amistades con otros huéspedes. Y cuando hagas la reserva cerciórate bien de qué tipo de habitación te ofrecen, pues ya que vas de vacaciones, que menos que una buena terraza para contemplar cada tarde el atardecer.
Prácticamente todos los resorts tiene su spa, gimnasio o servicio de masajes, pero a veces no viene incluido en el precio, por lo que antes de nada, pregunta si está disponible con tu reserva. También asegúrate de tener acceso a los restaurantes más selectos sin coste adicional, pues el buffet a veces es algo repetitivo, por eso los hoteles se suelen reservar servicios de restauración más exclusivos con un precio aparte.
Aunque el todo incluido sea una oferta más que atractiva, si estás en una zona costera no dudes en salir algún día y disfrutar de las playas cercanas o de la comida típica. Aprovecha una jornada para hacer turismo, estos paquetes de todo incluido no suelen contar con excursiones, pero reservar un día para conocer los monumentos y lugares de interés que se encuentran por los alrededores puede ser un buen plan para toda la familia y así salir del resort, aunque conlleve un gasto extra.
Desde luego el todo incluido es una de las opciones más atractivas si se quiere disfrutar en un hotel de un ambiente familiar, pasar las vacaciones sin muchas preocupaciones y así poder desconectar durante unos días de la rutina y el trabajo. Pero no dudes en salir del resort, hay mundo ahí fuera, descubre nuevas playas, monumentos emblemáticos o prueba esos platos típicos que a lo mejor no tienes oportunidad de catar en las zonas de restauración del hotel.