Apuramos la recta final del estío. ¿Quién no ha visto las señales de que las vacaciones se acaban? Esas señales en forma de anuncios de vuelta al cole, aparcamientos otra vez llenos y, la más clara, la vuelta al trabajo. Pero aún nos queda septiembre. Sigue siendo verano y, por tanto, podemos seguir haciendo planes de vacaciones. Sin embargo, según datos del Observatorio de Turismo Emisor de la Universidad Autónoma de Madrid, solo el 13% de los españoles se van de vacaciones en este mes. Hasta el 31 de agosto, el 73% ha disfrutado ya de sus periodos de descanso estival, en su mayoría en el mes de agosto, con un 41%.
Se trata del tercer año consecutivo de caída. Entre las razones, y al margen de la pandemia, muchas empresas quieren o necesitan que sus empleados estén operativos a partir del 1 de septiembre. Existe, además, la tendencia generalizada de tomar este mes como inicio del nuevo año. Si el 1 de enero es la fecha oficial del cambio de calendario, el 1 de septiembre es el pistoletazo de salida para tomar las decisiones con las que funcionaremos los próximos 12 meses.
Con todo, algunas personas prefieren esperar a septiembre para irse de vacaciones. Es el caso de Julio Penedo. De hecho, siempre ha sido el mes de las vacaciones para este prejubilado de 61 años. "Fundamentalmente, mi mujer y yo nos hemos ido en septiembre para disfrutar en julio y agosto de la casa que tenemos en Cuenca. En septiembre todavía hace buen tiempo y hay menos gente. Huimos de la masificación", explica al teléfono un día antes de emprender por segundo año consecutivo el Camino de Santiago en este mes. "El año pasado hizo muy buen tiempo y este el pronóstico es malo, nos vamos a mojar. Pero da igual, conoceremos más bares", afirma con humor.
Penedo hace cómodamente la ruta con uno de sus mejores amigos. "En la mochila llevamos lo imprescindible. Lo más pesado lo transporta Correos. Tiene un servicio en el que, una vez que informas de tu ruta, el equipaje aparece en el hotel donde te hospedas en cada etapa".
Hasta la pandemia, Julio y su mujer, profesora universitaria, se iban a la playa de Almería en septiembre. "Buscamos buen tiempo y Almería es un sitio que ofrece sol y temperaturas apetecibles pasados julio y agosto", señala. Además de esquivar la masificación, encontrar buen tiempo puede limitar la elección de destinos. Si buscamos sol y playa, en septiembre hay menos oferta pero más barata. Solo en vuelos, la diferencia entre viajar en una u otra temporada puede llegar al 40%. En cuanto a hoteles, la diferencia oscila entre un 20 y un 40%.
Al estar prejubilado Julio Penedo es precisamente una de las personas que podría viajar en cualquier momento del año. En esta circunstancia, ¿sigue prefiriendo septiembre? "Sí, no somos de masas. Siempre hemos preferido septiembre. Pudiendo elegir, no hay color", afirma, antes de matizar: "cada vez es más difícil viajar en este mes. Mi mujer es profesora universitaria y la Universidad cada año empieza antes. En mi época, comenzaba a mediados de octubre. Este curso, el 6 de septiembre". La sensación de que todo lo que no es ocio, universidades, colegios y empleos, empieza antes es generalizada. Irse de vacaciones en septiembre no es fácil, a pesar de sus beneficios evidentes.
¿Cuántas veces hemos querido viajar en julio o agosto y estaba todo completo? Con las limitaciones de aforo de la pandemia, la disponibilidad de hoteles y, en general, de toda la oferta turística y cultural se agota en seguida. A no ser que por obligación haya que coger unos días en agosto, es recomendable cambiar a septiembre. Podrás elegir el destino que quieras y disfrutarás del lugar sin agobios de turistas y colas innecesarias.
La temporada alta no solo tiene una oferta más escasa por el exceso de demanda, sino que además es más cara. Los precios de septiembre son más asequibles, aunque tampoco hay que esperar chollos. Para eso habrá que llegar a meses más fríos y tener en cuenta el lugar de destino. Por ejemplo, en Egipto noviembre es temporada alta y es más caro respecto al verano, su temporada baja. Aun así, podrás encontrar buenas ofertas en septiembre: aerolíneas, hoteles y tour operadores aprovechan estas fechas para sacar tarifas mucho mejores.
En septiembre todavía es verano y apetece estar en la playa o la piscina, pero ya no tienes el agobio incesante de los meses más calurosos. Los días ya se empiezan a acortar, pero aun así tendrás margen para disfrutar del sol y de buenas temperaturas durante el día. Y por la noche dormirás mucho mejor.
Para muchos, el inicio de septiembre es sinónimo del final del verano. En cambio, si disfrutas de unos días en septiembre alargarás las vacaciones y retrasarás la vuelta a la rutina. Si, además de playa, optas por viajar a una ciudad con buena oferta cultural, podrás disfrutar de los planes de la nueva temporada sin apenas colas y sin competir por cualquier entrada.
Al haber menos demanda, en septiembre se multiplican las ofertas 'last minute' con precios muy ventajosos que podrás aprovechar, especialmente si tus hijos son mayores y organizan las vacaciones por su lado. Por una vez, improvisar tiene su recompensa y te habrás ahorrado meses de, a veces engorrosa, planificación.
Durante estos meses, muchas empresas tienen jornadas intensivas, en las ciudades no hay tantos atascos y el volumen de trabajo suele ser menor que en invierno. Por otra parte, la mayoría de las plantillas están reincorporadas tras las vacaciones de julio y agosto. Si has decidido que este es tu mes, no habrá problemas por falta de personal. Septiembre puede ser tu momento.