La primera esposa de Donald Trump, Ivana Trump, falleció ayer a los 73 años. Durante el tiempo que estuvieron casados (entre 1977 y 1992), la pareja se forjó como una de las más poderosas del momento en Estados Unidos, especialmente en Nueva York, debido al auge de su imperio inmobiliario. Entonces el expresidente del país no se planteaba la política, solo era un excéntrico y polémico magnate que nadaba en millones de dólares. Juntos tuvieron tres hijos, Donald Jr., Ivanka y Eric. Ahora la policía de Nueva York investiga si Ivana cayó por las escaleras de su casa.
Según The New York Times, un funcionario señaló que no había indicios de que hubiesen entrado de forma forzada a la casa de la mujer en el Upper East Side, por lo que todo apunta a una muerte accidental, por ello investigan si Ivana cayó por las escaleras. Por el momento, la oficina del médico forense de la ciudad investigará la muerte de la que fue la primera mujer del expresidente Trump.
Las escaleras no dejan de ser lugares de paso diario a la vez que peligrosos ante cualquier mal gesto. Probablemente conocerás a alguien que haya tenido una caída o un tropezón en ella, puede que tú mismo. En la mayoría de las ocasiones todo queda en un simple susto instantáneo antes de proseguir con lo que quiera que fueses a hacer. No obstante, si bien no se puede evitar una caída o un tropezón al 100%, sí que se puede intentar evitarlo a toda costa teniendo en cuenta varios factores.
Lo primero es no bajar y subir las escaleras a lo loco o con distracciones, al contrario, lo ideal es hacerlo prestando atención a todo el trayecto manteniendo la vista puesta en las escaleras para evitar cualquier tropezón o mala pisada. Sobre todo, hay que tener especial precaución en escaleras antiguas, que suelen presentar variaciones en la altura o su superficie que nos pueden desestabilizar.
Tampoco es bueno, por mucha prisa que tengas, subir y bajar las escaleras velozmente, especialmente cuando estas son algo más empinadas de lo normal o presentan una curva.
Como es lógico, ayúdate siempre que sea necesario de la barandilla o el pasamanos, ya que en caso de tropezarte ya estarás agarrado a algo que puede salvarte de una caída. Por lo general estos suelen estar instalados en un solo lado de la escalera, pero es aconsejable, especialmente en casos de vulnerabilidad, de estar a ambos lados, así proporcionan una mayor estabilidad. La altura también es importante, debiendo colocarse a unos 90 centímetros del nivel del escalón, no siendo excesivamente anchos para que la mano puede agarrarse correctamente.
Por su parte, intenta que las personas vulnerables, como mayores o niños pequeños, no vayan solos por la escalera, especialmente en momentos de debilidad o si no es segura para ellos. Además, intenta mantenerla siempre libre de cualquier objeto que pueda obstaculizar el paso y ser un peligro.
A su vez, la escalera debe mantener una correcta iluminación para tener una buena visibilidad por las noches o incluso por el día si la luz natural no es suficiente. Otras claves importantes para bajar y subir escaleras es no hacerlo descalzo o con un calzado que pueda desestabilizar, como los tacones, tampoco con ropa que se arrastre por el suelo y puedas pisar haciéndote tropezar.