Quien tiene un amigo tiene un tesoro, sin duda. Pero quien tiene un abuelo, tiene el paraíso en casa. Si tienes la suerte de disfrutarlos, cuídalos como se merecen. Hoy es su día, aunque todos los días merezcan nuestros cuidados. Y si hubiera que priorizar alguno, los relativos a la salud visual.
Con el avance de la edad los ojos no escapan de las consecuencias que implica el paso del tiempo, de tal manera que se incrementa el riesgo de sufrir algún problema visual por parte de las personas mayores. De hecho, según el Estudio de la Visión en España 2022 realizado por Clínica Baviera, el 94% de los españoles mayores de 65 años presenta algún defecto visual.
La protección de la salud visual es fundamental en todas las fases de la vida, pero especialmente en las edades más avanzadas, por lo que son necesarios unos cuidados más específicos para evitar que se generen problemas que puedan afectar con más severidad a la visión. "Los problemas visuales más frecuentes que sufren las personas mayores suelen ser la presbicia y las cataratas, estos defectos visuales pueden ser corregidos eficazmente gracias a la cirugía. No obstante, con la edad también aumenta el riesgo de padecer patologías visuales, como el glaucoma o la degeneración macular asociada a la edad, entre otras. El desarrollo de estas patologías no solo genera deficiencia visual, que en casos extremos puede llegar a la ceguera, sino también pérdida de independencia y autonomía, con todo lo que eso conlleva, como ser más propensos a caídas, lesiones u aislamiento social", afirma el oftalmólogo Fernando Llovet.
La buena noticia es que el deterioro de la visión puede prevenirse con unas pautas que ayudarán no solo a preservar la salud visual, sino a incrementar nuestros niveles de bienestar.
Muchas de las patologías visuales graves comienzan a desarrollarse lentamente de manera silenciosa y cuando los síntomas empiezan a aparecer ya pueden estar en una fase avanzada. Es de vital importancia que las personas mayores acudan al oftalmólogo al menos una vez cada año o en cuanto sientan algún tipo de anomalía en su visión. El diagnóstico precoz ayuda a prevenir y frenar el desarrollo de estas enfermedades.
Actualmente la mayor parte del tiempo diario se dedica a la realización de actividades que requieren un enfoque cercano, desde cocinar, trabajar o leer. Es conveniente, y más en edades avanzadas, realizar actividades al aire libre para que el ojo ejercite el enfoque en objetos lejanos. Además, también hay que evitar tener un modo de vida sedentario, ya que puede derivar en problemas de salud como hipertensión o diabetes, que están muy vinculados a enfermedades visuales. Realizar treinta minutos de actividad diaria en el exterior ayuda a cuidar nuestra salud visual.
Es conveniente hacer breves pausas mientras leemos o usamos durante un tiempo prolongado la visión cercana para mitigar la fatiga ocular. Así se recomienda usar la regla del 20-20-20 que consiste en descansar 20 segundos por cada 20 minutos de lectura mirando a una distancia de 20 pies (6 metros).
Los ojos, junto con la piel, es uno de los órganos que más sufre frente a los rayos ultravioleta siendo muy importante su protección, sobre todo en edades avanzadas. Con el paso de los años, los ojos no reaccionan igual ante los cambios de luz, necesitan más tiempo para poder acostumbrarse, generando pequeños deslumbramientos y molestias. El uso de unas buenas gafas de sol con filtro UV, como también el uso de gorras o sombreros, ayuda a mitigar estos problemas a la vez que protege nuestra visión de los rayos del sol.
Una de las zonas más sensibles a la entrada de virus y bacterias en nuestro organismo es a través de los ojos. Mantener la zona limpia y evitar el contacto directo con nuestras manos es muy importante para evitar infecciones. El uso de gasas estériles junto con el suero fisiológico es la mejor forma de limpiarse los párpados, ayudando a prevenir la blefaritis. Además, en las personas mayores, es beneficioso el uso de lágrimas artificiales para paliar las molestias que genera la sequedad ocular.
No hace falta recordar que, a cualquier edad, la alimentación es el pilar básico del cuerpo, sobre el que se sostiene nuestro bienestar y nuestra salud. Una dieta sana y equilibrada, será beneficiosa para todo el cuerpo, pero si se quiere ayudar al organismo a preservar la vista, es importante incluir alimentos ricos en antioxidantes y omega 3, como pescado azul, nueces, bayas, tomates, zanahorias o el aguacate, entre otros. Un descanso adecuado y un buen nivel de hidratación, con agua, caldos o infusiones, harán, además, que metabolicemos estos valiosos nutrientes de la manera más provechosa para nuestro organismo