Por más que le empujas un pelín para que se baje de tu cama no hay manera. En cuanto te vuelves a dormir tu perro se sube de nuevo junto a ti. Este comportamiento del can no solo se debe a que tu colchón es más cómodo que el suyo sino a otros aspectos intrínsecos al mejor amigo del hombre. Desde Uppers hemos consultado con un experto en animales de compañía por qué duermen los perros junto a sus dueños, por qué se hacen un ovillo entre sus piernas para el descanso nocturno o por qué se niegan a salir de la habitación durante la noche.
Tal como aseguran los educadores de perros, duermen junto a sus dueños por la relación, el apego y el vínculo que se ha creado entre ambos, ya que el animal siempre quiere dormir con aquella persona que más aprecia. Esta situación además se genera sobre todo en los que han sido domesticados. Incluso, es muy parecida al comportamiento de los niños con sus progenitores que lo que más desean en el mundo es pernoctar en la cama con sus padres.
El vínculo entre el perro y su dueño que le induce a querer pasar la noche en el mismo espacio viene reforzado por varios motivos. Uno de ellos es que el can es un animal social, es decir, en su estado salvaje conviviría en manada y dormiría en grupo, no es solitario por naturaleza. Es más, en los hogares donde conviven varios perros y la relación entre ellos es buena la tendencia será la de compartir el rincón en el que pasar la noche.
Otro de los aspectos que amplifica la intención del can de dormir con su dueño es la necesidad que tiene de protegerle. Al ser un animal social que convive en manada uno de los objetivos es velar por el resto de los que componen el grupo para protegerse unos a otros. Durante el sueño cualquiera está expuesto a “peligros” y se es más vulnerable de modo que el perro se comporta de manera natural queriendo proteger a su amo durante ese periodo.
De la misma forma, se siente más seguro porque a su vez su dueño le transmite seguridad y confianza. Esos sentimientos provocan además que quiera estar con él en todo momento y le siga allí donde va.
La búsqueda de calor es otro de los motivos que empuja al perro a subirse a la cama de su dueño durante la noche. A lo largo del día, buscará tumbarse al sol por esa misma razón. Lo principal es que es una forma de demostrar el aprecio y la adoración que siente por su persona de referencia a quien quiere proteger y con la que se siente seguro y reconfortado.
Además de todo ello, también puede suceder que su cama o espacio para dormir le resulte incómodo, frío y poco mullido en comparación con el agradable y calentito edredón del amo. De este modo, tal vez sea el momento de cambiarla por otra en las mejores condiciones y dotarle de una manta que le abrigue para pasar la noche.
Aun así, cuando al perro le da igual su cama y se sigue subiendo a la de su dueño habrá que tener en cuenta una serie de consejos por motivos de salud. El principal es el mantenimiento de una correcta higiene del animal, principalmente al término de los paseos con un buen cepillado para evitar que la suciedad que se adhiere a sus patas impregne toda la cama y controlar la caída de pelo muerto. De idéntica manera es necesario revisar que el can no tiene parásitos como pulgas o garrapatas que podría transmitir y protegerle contra ellos siguiendo las indicaciones del veterinario.