Ayer por la tarde se conocía el fallecimiento del periodista Jesús Quintero a los 82 años en la residencia Nuestra Señora de los Remedios, en Ubrique, donde llevaba varias semanas, aunque esperaba volver a su casa cuando mejorase su estado de salud. Su peculiar forma de entrevistar, donde los silencios tenían un gran poder, hacía sacar el lado más personal de sus invitados, una faceta que él siempre mantuvo al margen, por eso poca información se conoce sobre su vida privada. Tuvo tres grandes amores, el último fue María, con quien se casó en agosto de 2020 a los 80 años.
Es cierto que a Jesús Quintero se le conoció más de una pareja. Sin embargo, su primer gran amor fue Ángeles Urrutia, madre de su primera hija, Andrea, que ha seguido sus pasos en el periodismo, aunque mantiene una vida totalmente discreta. Tanto que, si alguien contactaba con ella para preguntarle por su padre y su salud, se mostraba cortante, explican desde LOC.
Años después su corazón fue ocupado por la también periodista Joana Bonet, a quien le concedió su última entrevista y con quien tuvo su segunda hija, Lola. En aquella entrevista Quintero le confesó aspectos como que había conocido a pocos políticos honestos, uno de ellos Julio Anguita, o que sus tres pasiones eran “la radio, la noche y mis hijas”, admitiéndole que había sido “un padre imperfecto”.
El tercer gran amor de El loco de la colina fue María, una pedagoga con quien encontró la felicidad y la estabilidad que necesitaba en estos últimos años y con quien se casó en verano de 2020 en una boda íntima y prácticamente secreta a la que solo acudieron sus hijas y parte de círculo más cercano.
María es la única mujer de su vida con la que pasó por el altar y algunos dicen que es la más importante de su vida, que le había ayudado a conseguir una jubilación “plácida y sin sobresaltos” y que mantenía una relación cordial con las hijas de Quintero.
Cuando se supo que había contraído matrimonio con ella, el periodista declaró que “María es una compañera de verdad, muy dulce, es pedagoga, una persona inteligente, se da cuenta de todo, es sincera, crítica”. Junto a ella se había trasladado a vivir en 2018 a San Juan del Puerto, donde residió estos últimos años junto a ella y su Golden retriever Gala, y a donde esperaba volver tras recuperarse de sus complicaciones de salud.