Albert Solà Jiménez falleció el sábado de manera repentina mientras se encontraba en un bar de La Bisbal, en Girona. Probablemente por su nombre no te diga nada, pero Solà, de 66 años, era conocido por asegurar que era hijo del rey emérito don Juan Carlos. Tal y como fuentes municipales confirmaban a la Agencia EFE, el hombre se encontraba en un bar del pueblo al que solía acudir tras acabar su jornada laboral cuando cayó desplomado al suelo.
Todo ocurrió el sábado a eso de las 22:00 horas en el bar Pa i Trago de la Bisbal. Allí, según relata el diario El País, Solà llegó acompañado de un amigo y, como explica una trabajadora al medio, “Venía cansado. Pidió una copa de vino, la cogió y cuando iba para la mesa donde estaba su compañero, se desplomó”, cayendo al suelo. Su amigo intentó reanimarlo mientras llegaba la ambulancia, pero el médico confirmó su muerte tras examinarle.
Albert Solà trabajaba como camarero y cada día, tras acabar su turno, solía pasarse por ese bar del pueblo en el que todos conocían a la perfección su historia. Durante años ha luchado por ser reconocido como hijo de Juan Carlos I y, por tanto, como su primogénito y heredero al trono y a la corona. El hombre llegó a presentar una demanda para conseguir ese reconocimiento, pero en 2015 el Tribunal Supremo no la admitió a trámite al considerar que no existía principio de prueba suficiente. El catalán presentó un recurso de amparo que fue tumbado sin admitirse su demanda de paternidad contra el rey emérito.
En 2019 Solà publicó una autobiografía titulada ‘El monarca de La Bisbal’ (Ediciones B). Un libro que primero se negó a hacer hasta que finalmente accedió y contó su historia. Entre lo que cuenta, que fue adoptado por una pareja de agricultores que le dieron sus apellidos. Tiempo después, comenzó a investigar sus orígenes y, poco a poco, fue descubriendo esas referencias que le acercaban y le relacionaban con el rey emérito, Juan Carlos I.