¿A quién no le ha pasado eso de llamar a un hijo como a un hermano, o a una prima como a una hija? Es un hecho: los padres confunden habitualmente el nombre de sus hijos. Pero no es que estén volviéndose locos o que acusen un deterioro cognitivo galopante. El fenómeno tiene una explicación ofrecida por un farmaceútico en TikTok y convertida rápidamente en viral.
“¿Por qué las mamás confunden los nombres de sus hijos? ¿Por qué ven a Manuel y le llaman Pablo o ven a Pablo y le llaman Manuel?, se pregunta Álvaro Fernández (@farmaceuticofernandez) en un clip publicado en esta red social, donde sigue sumando visualizaciones.
De una forma tranquila, concreta y breve, el experto lo explica: “No es porque se esté volviendo loca y no sea capaz de recordar el nombre de sus propios hijos, ni porque los hijos se parezcan, ni tampoco porque quieran más a uno que a otro o a uno lo tengan más mimado. Según los expertos esto pasa porque nuestro cerebro clasifica los nombres en grupos de importancia, y claro, los hijos están en el grupo más importante, en el grupo especial. Confundir nombres dentro del mismo grupo es muy frecuente".
David Rubin, profesor de psicología y neurociencias de la universidad de Duke, en Carolina del Norte (Estados Unidos), parece haber encontrado la respuesta a estos lapsus. Como el tiktoker, el experto señala que se trata de un fallo cognitivo, achacable a una percepción de pertenencia de los individuos a un mismo grupo social que incluye a las personas más queridas y que puede englobar a familiares, parejas, amigos e, incluso, mascotas.
Como no podía ser menos, el vídeo ha despertado la curiosidad de los usuarios, que han confirmado que confundir los nombres de la familia es más que habitual. “En realidad, a mí esta explicación me ha satisfecho mucho, porque quiere decir que mi madre nos quiere lo mismo y mucho a mi hermano y a mí, pero ahora vete tú con esta misma teoría y le explicas a tu pareja por qué a veces la llamas por el nombre de tu ex”, concluye una usuaria con un guiño de humor.
Pero lo importante es saber que los madres y padres a los que les ocurra esto no están experimentando ningún problema cognitivo ni asociado a la memoria, uno de los miedos más habituales conforme se van cumpliendo años. Sin embargo, según los expertos, estos lapsus no son achacables a la edad.