Son parte de la decoración, pero también ayudan al orden y a mantener una buena temperatura en casa, sobre todo en invierno, aunque sufren un gran desgaste con el paso del tiempo y la suciedad que, como es obvio, se va acumulando en ellas. Hablamos de las alfombras. En cada proceso de limpieza lo esencial es intentar retirar todo el polvo que se va acumulando con el paso de los días y que puede ser fatal para las personas del hogar que padezcan alguna enfermedad o problema respiratorio. Sin embargo, hay que recordar que con el uso cotidiano pueden surgir manchas e incluso malos olores. ¿Cómo puedes limpiar tus alfombras en casa y que queden prácticamente como si las acabases de comprar?
Al final las alfombras están en el suelo y sufren nuestras pisadas, sobre todo aquellas que se producen tras venir de la calle con la suciedad acumulada en la suela de los zapatos. Por eso, su material se va desgastando e incluso los colores se apagan. El problema surge cuando no puedes recurrir a la ayuda de un profesional o no te cabe en la lavadora para poder lavarla con un programa acorde a las características de su tejido.
Cuando no hay alternativa y te toca a ti lavar la alfombra es posible que más allá de quitarle el polvo con un cepillo o con la aspiradora no sepas bien cómo proseguir en el proceso para dejarla como nueva. Para ello están los consejos de Yolanda Herrera, tiktoker especializada en limpieza y autora del libro ‘¡Niquelao! 100 trucos de limpieza para gente con prisas’, que en sus páginas cuenta con un truco con el que promete rejuvenecer las alfombras, pero antes que nada hay que pasar bien la aspiradora por sus dos lados para quitar toda la suciedad posible.
Para el proceso con el que la experta en limpieza promete limpiar eficazmente las alfombras lo primero que se necesitan son guantes y mascarilla porque tras llenar un barreño con agua caliente, se le echará un buen chorro de amoniaco junto con un tapón de suavizante. Tras mezclar bien, se hune una bayeta y luego se escurre todo lo posible.
Esa bayeta se colocará sobre una mopa ayudándote de pinzas o cualquier otro elemento que te sirva para poder mantenerla bien sujeta. De esta manera, se pasa la mopa por toda la alfombra con la presión justa para lograr que el producto de la bayeta penetre bien. Siempre que lo necesites, retira la bayeta y enjuágala para continuar con el proceso o utiliza una nueva si está muy sucia.
En caso de que veas que necesitas frotar una mancha o alguna zona necesita más presión puedes optar por un cepillo de zapatos para frotar bien. Una vez lista, la dejas secar y, antes de volver a colocarla, rocíala con un poco de alcohol. Así conseguirás que tu alfombra quede como si la fueses a estrenar.