Cuando tenemos perro es muy importante que lleve una dieta saludable y tener muy claro qué alimentos están permitidos en canes y cuáles pueden llegar a causarles un daño irreparable. Existen alimentos que no sientan bien a los perros y hay que evitarlos en día a día.
No hablamos de alimentos poco saludables, sino que se tratan específicamente de comidas potencialmente dañinos o tóxicas. Y hay que prestar especial atención para que nunca entren en contacto con este tipo de alimentos tan peligrosos para perros. Chocolate, alcohol, cafeína, cebolla, aguacate e incluso uvas, son algunas de las cosas que debemos evitar incluir en la dieta de nuestros perros.
Parece increíble pero las uvas deben estar prohibidas en cualquier dieta canina pues pueden generarles graves problemas de salud que, en ocasiones, pueden llegar a ser incluso irreversibles y hasta provocarles la muerte. Las uvas y, por supuesto, también las pasas, que no son otra cosa que uvas secas.
Las uvas, ya sean frescas o secas en forma de pasas, son extremadamente tóxicas para los perros. Incluso una pequeña cantidad puede causar una reacción adversa grave en tu mascota.
La toxicidad de las uvas en perros puede provocar insuficiencia renal aguda, una condición potencialmente mortal. Los signos de intoxicación pueden incluir vómitos, letargo, diarrea y en casos severos, puede llevar a un fallo renal completo. Lo sorprendente es que la sustancia exacta que causa esta toxicidad aún no se ha identificado, lo que añade un nivel de incertidumbre y precaución al tema.
Al principio, la dolencia comienza como una alteración metabólica que produce un gran malestar gastrointestinal al perro; luego, evoluciona a una insuficiencia en los riñones. Así, en un primer momento, es muy probable que el animal vomite dentro de las dos primeras horas después de haber consumido las uvas; entre 5 y 6 horas más tarde de la ingesta, el perro puede entrar en un estado de letargo en el que muestre mucha sed y sufra diarrea.
Pasadas 24 horas o incluso unos días después, los síntomas empeoran y el can sufre intensos dolores abdominales, pérdida de apetito, vómitos, temblores y ausencia de orina, entre otras cosas. Es cuando el fallo renal ya está en marcha.