Con el avance de la primavera, cada vez son más altas las temperaturas registradas y con ellas, aparecen algunos insectos que creíamos tener olvidados durante el resto del año que además, como consecuencia del cambio climático, proliferan y se reproducen de forma más rápida. Es el caso de las cucarachas que, sin embargo, esta temporada se presentarán con una nueva forma tal y como ya han confirmado los investigadores.
Según los expertos, este verano nos acompañará una nueva especie del insecto a la cual han denominado “cucarachas mutantes”, es decir, que han desarrollado inmunidad a los productos utilizados para evitar su presencia o fumigarlas una vez aparecen en una vivienda.
Su condición se debe a la mutación genética que han sufrido y que les hace tener esa especial resistencia a los insecticidas, de los cuales detectarían su fuerte olor químico, sirviéndoles como una clara señal de huida.
En cuanto a los últimos años, tal y como sugiere la empresa Anticimex dedicada al control de plagas, los avisos sobre la existencia de los artrópodos nombrados en las casas se han incrementado: en 2023, en un 32% respecto a 2022 y en 2024, en un 33% más, según datos ofrecidos por ’20 minutos’.
En primer lugar, revisar posibles fugas de agua en grifos que favorecen su aparición. En el caso de que existieran grietas o agujeros en paredes o suelo, taparlos. Si se trata de conductos de ventilación o seguridad, depositar una tela metálica sobre las rejillas.
La acumulación de suciedad también puede suponer una fuente de alimentación para los bichos, por lo que es imprescindible mantener la casa ordenada y limpia y vigilar los restos que se hayan podido depositar debajo de los lugares, como las mesas, donde se realizan las principales comidas del día.
En el caso de los alimentos, deben estar siempre guardados. Antes de organizarlos, es importante revisar los productos que provienen de grandes superficies ya que pueden contener huevos del insecto. Posteriormente, es conveniente almacenar la basura en recipientes resistentes, cerrados y herméticos que además, dependiendo de su tipo, nos faciliten su reciclaje.
Por último, además de por higiene, es necesario barrer y desinfectar el suelo y los muebles a menudo y utilizar insecticidas a la mínima sospecha de un inquilino.
Si las medidas preventivas terminasen resultando insuficientes, la manera definitiva de terminar con ellas es ponerse en manos de profesionales de la desinfección.