Cuando la pareja de mi ex es quien cuida a mis hijos: "Hay que saber el lugar que ocupa cada uno"

  • Según Montse Cazcarra, psicóloga sanitaria, la nueva pareja puede representar un referente en la vida de los hijos sin suplantar la figura de los padres

  • La psicóloga Lydia Parrilla resalta la escucha, paciencia, comprensión o flexibilidad como requisitos indispensables para acompañar a los hijos en la nueva etapa

  • “Él no tiene hijos y creo que está fascinado con mi familia, se desvive por hacerla sentir cómoda”, asegura Miguel refiriéndose a la pareja de su exmujer

Pensar en nuevas parejas suele conllevar para muchos una connotación negativa por percibirlas como personas que llegan para apropiarse del rol de la madre o el padre. Como dicen los expertos para Uppers, frente a la llegada de una persona nueva tras la separación de una pareja conviene trabajar por el bienestar de todos, más si cabe por el de los hijos. Cómo proceda cada uno puede afectarlos o beneficiarlos, incluso pueden convertirse en una persona de referencia en la crianza.

"Papá tiene novia"

Algunas relaciones acaban mejor que otras. Los padres influyen mucho en el comportamiento de los hijos quienes pueden imitar sus acciones y actitudes. De este modo, si el ex hace por aceptar a la nueva pareja, para el hijo dejará de representar un obstáculo a batir. Begoña, matrona, de 52 años, descubrió que su exmarido tenía pareja cuando su hija adolescente de 16 años le dijo que su padre había invitado a una amiga a comer. "Esa tarde me dijo segura ‘papá tiene novia’ por el feeling que notó entre ambos. Aunque de primeras me enfadé porque su padre no me había comentado que iba a presentarle a una mujer a mi hija, hoy en día no puedo estar más contenta", cuenta.

Añade que su ex dio todos los pasos sin contar con la opinión de ambas, pero hoy en día asegura que no tienen nada que reprocharle ya que la relación con la nueva pareja de su exmarido es extraordinaria. “Carolina es un encanto. Todo fue muy despacio y atendiendo a las necesidades de mi niña. Ella llegó a la vida de mi hija sin invadir ni pretender ocupar ningún sitio”, comenta.

La matrona destaca que su hija ve a la pareja de su padre como una amiga que le da buenos consejos. “Además a mí me cuenta cosas cuando ve algo preocupante porque mi hija le diga que teme hablar conmigo”, añade.

Begoña considera que es muy importante ser honestos desde el principio y conocer bien a la persona que llega a la vida de un hijo. “Quiero que mi hija esté a gusto cuando está con su padre y con ella y si yo le hablo pestes, la condicionaré y se lo haré pasar mal. Es una persona tan atenta, respetuosa y considerada que es imposible enfadarse con ella”, confirma.

Por último, afirma que no se consideran amigas, pero sí se reúnen todos como una familia de vez en cuando y es algo que entienden natural e incluso necesario para la tranquilidad de los hijos.

Apostar por una vida nueva

En 2022 tuvieron lugar 81.302 divorcios, 3.210 separaciones y 39 nulidades. La mayoría de divorcios, el 32,4%, se dieron tras dos décadas de matrimonio o más. También es cierto que más del 50% de parejas, según algunos estudios, deciden darse una segunda oportunidad; otras, prefieren avanzar por caminos bien diferenciados e inician etapas nuevas con otras personas.

Cuatro cuestiones clave para averiguar si la relación con tu pareja va bien encaminada son según el doctor John Gottman, psicólogo y experto en parejas: “¿Puedo ser yo mismo en esta relación?”; “¿Amo tanto a esta persona como para imaginarla en la foto de mi futuro?”; “¿Satisface mis necesidades sexuales y afectivas?” y “Yo, ¿satisfago las suyas?”.

El día que Miguel, de 59 años, taxista, se enteró de que su hija (13 años) había aprendido a amar el minigolf, fue cuando constató que su ex tenía otra pareja y es que ella odiaba ir al minigolf. “Mi hija me llamó feliz porque había ido a jugar al minigolf y a tomar un helado. ‘¿Minigolf con la madre? Lo odia. Mi hija dijo que no metía una pelota, pero se divertía mucho y que las había acompañado un amigo”, narra.

A este padre no le hizo falta nada más para entender que esa persona representaba alguien importante para su ex: “Conmigo iba al minigolf al principio de conocernos, pasados unos años me confesó que no se divertía y dejó de ir”.

Su hija le habla maravillas del nuevo “amigo” y le comenta que siempre se las ingenia para hacer actividades que le agraden sobre todo a ella. “Él no tiene hijos y creo que está fascinado con la mía, se desvive por hacerla sentir cómoda. Eso también dice mucho de lo que siente por la madre. Me siento inmensamente tranquilo y agradecido”, aclara.

Acompañar a los hijos en el proceso

Al sopesar volver con tu anterior pareja, la culpa, baja autoestima o venganza, son referencias poco acertadas, por lo tanto, cuando la relación ya no da más de sí, los profesionales recomiendan cerrar página, dejar pasar un tiempo y sanar antes de tomar algunas decisiones o pensar en comenzar algo con otra persona. De no ser así, uno puede tender a comparar para bien o para mal.

Buscar y hallar una nueva pareja al tener hijos adolescentes, refiere Lydia Parrilla Muñoz, psicóloga y sexóloga, puede resultar un desafío, y es que: “Implica no sólo encontrar a alguien compatible contigo, sino también a alguien que se lleve bien con los chicos”.

“Si los hijos ven que los padres son felices, también llegan a ver a la nueva persona con mejores ojos a pesar de que suele haber cierta reticencia a que se dé ese paso”, expresa la experta.

Cada caso es distinto, pero Parrilla alude a la escucha y la presencia como recursos cruciales para acompañar a los hijos en el proceso. Otros son:

  • Paciencia y comprensión: La situación que viven los hijos, unido a que están en la adolescencia, puede complicarlo todo. Necesitan comprensión y tiempo para adaptarse. Asimismo, es importante procurar proporcionarles confianza para expresarse con libertad respecto a sus emociones y necesidades.
  • Flexibilidad y adaptabilidad: Es conveniente ser lo más flexible posible ya que se presentarán diferentes emociones y situaciones cambiantes durante el proceso de aceptación y adaptación a la nueva realidad.
  • Valores: Cada núcleo familiar puede poner los límites que considere. Pero queramos o no, los valores de esta nueva persona influirán en nuestros hijos, por lo que lo ideal es que estén alineados con los de los padres y consensuarlos.
  • Resolución de conflictos: Es un plus si la nueva pareja tiene esta habilidad.

Lo primero, los hijos

Pueden darse varias situaciones respecto a cómo se inician las nuevas relaciones, algo que determinará si hay cordialidad entre todas las partes o no. Montse Cazcarra, psicóloga sanitaria, argumenta que si se inició con la nueva pareja cuando todavía estaba activo el vínculo primero y coexistían las dos relaciones o que la expareja conoció a la actual pareja cuando todavía estaban juntos, pueden darse celos llevando a una probable rivalidad.

“Sentir que alguien ocupa tu lugar se puede vivir como una amenaza, que impide tener una actitud de apertura y de aceptación respecto a esa nueva persona, y puede trasladarse de cara a los hijos, marcando muy bien que se trata de “mis hijos”, no los tuyos”, comenta.

La profesional recuerda a los padres que los hijos van a seguir procesando sentimientos hacia ellos independientemente de cómo se lleven con la nueva pareja. “No hay que pensar que van a querer a esa nueva persona en detrimento del amor que sientan ellos, sino que, en realidad, puede ser un añadido, otro referente más”, expone.

Es esencial saber cuál es el lugar que ocupa cada uno. “No es necesario incluir a la nueva pareja en cuestiones de crianza que propiamente no le corresponde, salvo que los progenitores estando de acuerdo la inviten”, resalta.

Para Cazcarra no hay una receta para hacer todo siempre bien, incluso opina que hacer las cosas bien también supone equivocarse y reparar. “En las relaciones sanas, y los vínculos sanos y seguros existe el margen al error, con lo cual es importante flexibilizar”, puntualiza.

Por otro lado, sostiene que no hay que obviar el punto en el que se encuentran los chicos: “Si están en la aceptación/adaptación de que sus padres ya no van a estar juntos, probablemente no sea el mejor momento para introducir a esa nueva persona en la convivencia”. Por último, entiende que el bienestar de los hijos siempre debe ir por delante. En este sentido, los expertos recomiendan las siguientes pautas:

  • Dar espacio a sus preguntas para no generar confusión y ambigüedad.
  • Calmarles respecto a lo que va a suceder.
  • Generar espacios a solas con los hijos y en familia.