El ladrido es una forma de expresión innata en los perros, es una cosa natural pues se trata de su manera de comunicarse. Normalmente el ladrido es la respuesta a un estímulo como un ruido o una persona acercándose. Otras veces no hay motivo aparente: simplemente ladran.
Entre las razas de perros más ladradoras se encuentran el Yorkshire Terrier, el Beagle, el Chihuahua, el Pequinés y el Westy, por el contrario, entre los que menos ladran están el Shar Pei chino, el Chin japonés, el Galgo italiano, el Whippet o el Bulldog. Pero también existe una raza que seguro muchos vecinos agradecen que no ladra, estamos hablando del Basenji, un perro de egipcio que destaca por su aparato de fonación diferente, porque, aunque no ladra como tal, sí emite un peculiar sonido.
“Este perro de tamaño pequeño-mediano tiene una cola muy curvada y la frente arrugada. El pelaje es brillante, corto y suave y puede ser rojo y blanco, negro y blanco, negro, canela y blanco, tricolor o con muchos colores mezclados. La altura ideal para un adulto macho es de 43 cm (desde las patas hasta el punto más alto del omóplato) y de 40 cm para las hembras. En la edad adulta, el peso ideal para los machos es de 11 kg y para las hembras, 9,5 kg”, aseguran desde Purina.
Además de ser un perro con mucho temperamento, llama la atención por su peculiar aparato de fonación que nada tiene que ver con el resto de canes. Este perro tiene las cuerdas vocales más estrechas y finas que los otros canes, de ahí que el sonido que emite sea tan singular, pues emiten unos aullidos similares al canto tirolés cuando se ponen nerviosos.
Su espacio entre las cuerdas vocales, llamado ventrículo laríngeo, es menos profundo que en otras especies de perros domésticos, lo que limita el movimiento de las cuerdas vocales, generando un sonido agudo.
Según un estudio publicado en 1995 en la revista Genetics and the Social Behavior of the Dog, que analizó la genética y el comportamiento de varias especies de perros durante un período de trece años, determinó que, la razón por la que este perro no ladra es de ascendencia genética.
"Es posible que el ladrido, que es una señal de alarma que dan los perros cada vez que un animal o un extraño se acerca a su territorio, no sea del todo propicio para la supervivencia africana. Se dice que a los leopardos les encanta comer carne de perro, por lo que ladrar solo provocaba que llamaran más la atención y con ello disminuir sus posibilidades de supervivencia", aseguraron los investigadores.
Su origen se remonta a África central. Por otro lado, también se ha demostrado que los antiguos egipcios utilizaban a los basenjis para la caza y los apreciaban por su valentía y devoción para el trabajo, por lo que también forman parte de su historia. A finales del año 1800 se intentó importar el basenji a Europa, pero el moquillo en perros acabó con todos los ejemplares importados. De esta forma, no fue hasta los años 30 que se importó esta raza a Inglaterra y hasta 1941 que se llevó a Estados Unidos. Aunque en el resto del mundo el basenji es tratado como un perro de compañía, en África se sigue utilizando para cazar pequeños animales.
Se trata de una raza, despierta, independiente, autosuficiente y prácticamente inodora; es muy similar a un gato y hasta se ha visto a estos perros escalar árboles y vallas como los felinos. Es cariñoso con sus seres queridos, pero tiende a mostrarse distante con los desconocidos. Los basenjis suelen enfrentarse a otros perros, por lo que es indispensable la socialización a una edad temprana.