"Voy a limpiar el garaje": consejos de experto para conseguir eso que dijiste que harías el siglo pasado
Pero entre cambiar esa lámpara, podar ese árbol o limpiar a fondo la cocina, lo de ordenar las zonas de almacenamiento es una de las más ingratas
Con la llegada de las vacaciones de verano ya no tenemos excusa para no emprender esas labores domésticas siempre postergadas
Aunque, atención, también puede ser una de las tareas más satisfactorias si atendemos a unos simples consejos
Hay garajes que son como la cabeza de sus dueños. Hay cabezas que son agentes del caos. Hay cabezas que harían sufrir a Marie Kondo los domingos por la tarde. Hay garajes que harían sufrir a cualquier persona cualquier día de la semana. Hay garajes que son trasteros encubiertos. Y trasteros que son patologías de incógnito. Y no todo va ser fiesta este verano. Y tal vez ya va siendo hora de que dejes de hincharte a birras (o no) y te pongas a ordenar el maldito garaje.
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¿Qué opinan los expertos?
Profundizar en un garaje es como profundizar en nuestras relaciones familiares: casi siempre preferiríamos no hacerlo. Almacenamos allí viejos rencores, emociones que ya casi no usamos y verdades que, ya que no podemos deshacernos de ellas, consideramos mejor que permanezcan guardadas. Pero tarde o temprano tenemos que hacerlo. Así que vamos a sintetizar aquí algunos de los consejos habituales de los expertos en domesticar, nunca mejor dicho, el caos de nuestras vidas.
Primero: identificar el espacio
Es decir la definición de un garaje es un lugar donde guardamos el coche y la definición de trastero es un lugar donde guardamos los trastos que no se usan. Ambas funciones pueden convivir con un poco de método, sin duda, pero conviene tener bien acotados los espacios. Lo mismo si se trata de un trastero, altillo o desván. No es lo mismo un cajón de sastre que un cajón desastre. Conoce exactamente para qué vas a usar el espacio, y úsalo en consecuencia.
La conquista de lo inútil: deshacerte de lo que no usas
Parece una verdad de perogrullo pero, como ocurre en las neveras, hay cosas que incluso almacenadas cumplen un ciclo: ni las bolsas de espinacas no pueden estar allí para toda la vida ni esos patines que te regalaron en el 2004, por nuevos que estén, tienen relevancia alguna en tu vida. Fuera. El solo ejercicio de deshacerte de cosas causa un alivio inmediato en nuestra psiquis. ¿No lo crees? Prueba a juntar un par de bolsas de basura tamaño comunidad con toda la ropa que no usas: serás otra persona.
Subdivide y vencerás
Toda organización pasa por compartimentar funciones y tareas. Elige tipos de cosas (ropa, herramientas, recuerdos, juguetes, accesorios del coche) y búscale un espacio fijo dentro del garaje. Nunca rompas esta regla, nunca pongas algo que pertenece a una sección, en otra, nunca hagas una excepción.
Busca soluciones de almacenamiento adecuadas
Las cajas de cartón no funcionan en todos los casos, en espacios semi exteriores como los garajes, suelen coger humedad deteriorarse rápidamente. En trasteros pequeños, por otro lado, las estanterías pueden ser una buena solución y son de muy fácil acceso. Las cajoneras de plástico con rejillas de ventilación, por otro lado, suelen ir bien en cualquiera de los casos. Además, usa etiquetas adhesivas para identificar el contenido rápidamente.
Last but not least: mantén tu propio ritmo
Si la tarea es ardua, tampoco se trata de ocupar todo tu día en ello, pero los expertos recomiendan que dediques siempre un tiempo, tanto da si son 15 minutos o una hora o dos, para cumplir con este 'proyecto veraniego'. Lo importante es que una vez que tengas establecido este horario, lo cumplas a rajatabla.
En realidad, una vez que dispones de algo de tiempo libre, lo único que te separa de tu objetivo es una barrera mental. Y se entiende, preferirías estar descansando. El último truco consiste en hacer de esta labor una forma de descanso: acompáñate de tu playlist favorito, de unas cuantas bebidas y de buen humor. Hasta podrías disfrutarlo.