Deanna Dikeman llegó al mundo en 1954 en Sioux City, en Estados Unidos, aunque en la actualidad reside en Kansas City. A los 31 años, decidió abandonar su trabajo corporativo y optó por probar una clase de fotografía, técnica en la que posteriormente se licenció en la Universidad de Purdue y recibió dos becas: la de la Fundación Aaron Siskind en 1996 y la beca Booth de Artistas de los Estados Unidos en 2008.
Además, desde 1988 ha llegado a presentar hasta veinticuatro exposiciones en solitario y ha participado en más de ciento sesenta de forma colectiva. Entre sus proyectos, sin embargo, ha alcanzado especial trascendencia ‘Los padres de un fotógrafo se despiden’ con sus propios progenitores como protagonistas.
Cuando Deanna se independizó y estableció su residencia en un lugar distinto a la casa familiar, tuvo la idea de inmortalizar cada visita que hacía a sus padres. Así, desde 1991, cada vez que acudía al hogar en el que había crecido fotografió a ambos frente a la fachada del domicilio convirtiendo así la imagen en un ritual y un instante de emoción que ha perdurado con el paso del tiempo. "Durante 27 años, tomé fotografías mientras me despedía de mis padres. Comencé en 1991 con una instantánea rápida y seguí tomando fotografías en cada despedida”, explicó la fotógrafa de forma pública.
Aunque negó haberse “propuesto hacer esta serie” y lo realizaba “como una forma de lidiar con su tristeza al irse”, lo convirtió en un “ritual de despedida” que de forma posterior quiso compartir cuando descubrió la serie entera. Además, a través de las instantáneas pudo hacer frente a la pérdida de sus seres queridos, asimilando así el transcurso de los años y adoptándolo como una forma de duelo: "En 2009, hay una fotografía donde mi padre ya no está allí. Falleció unos días después de su 91 cumpleaños”, señaló. Su madre, entonces, continuó diciéndole adiós aunque “su rostro se volvió más triste con sus partidas”.
Ocho años después de la muerte de su progenitor, su figura materna fue trasladada a una residencia, donde terminó falleciendo también: “Durante unos meses, fotografié las despedidas desde la puerta de su apartamento. En octubre de 2017 falleció”, reveló. A pesar de los tristes acontecimientos, Dikeman quiso capturar una última imagen tras su funeral, con la entrada del lugar en el que había retratado a los anteriores durante tantos años “vacía”: “Por primera vez en mi vida, nadie me devolvió el saludo”, lamentó.