Ha estado reinando mesas, salones o cualquier otro lugar de miles de casas durante esta Navidad, y no ha sido la única. Una de las grandes tradiciones de las fechas navideñas es comprar una flor de pascua que ambienta cualquier estancia con la época del año por sus hojas de tonos verdes y rojizos, es más, cuenta con su propia historia de por qué es la planta de la Navidad. Con la vuelta a la rutina puede que te des cuenta de que, tras unas semanas, tu flor de pascua no está como llegó, o puede que sí, que hayas conseguido que llegue al final de las fiestas en perfecto estado. Es verdad que ahora no pega mucho con la decoración, pero puedes intentar que sobreviva todo el año y mantenerla hasta las próximas navidades. ¿Lo intentas?
¿La flor de pascua puede llegar a sobrevivir en el exterior? Sí, realmente cualquier planta es de exterior, siempre en sus condiciones idóneas, pero no es nada fácil cuidarla, ya que lo conveniente es mantenerla siempre en casa porque la poinsenttia es una planta de interior, al menos en nuestro clima tan cambiante. De tenerla en el exterior hay que cuidar que sea siempre en una zona que la proteja del viento, de la lluvia y de cualquier otro fenómeno que puede hacerle daño y acabar con su espléndido aspecto.
La flor de pascua es una planta resistente pese a su apariencia delicada, pero esa resistencia se consigue con unas buenas condiciones. Lo primero es la luz, en el interior de casa sí, pero cerca de las ventanas para conseguir esa luz natural tan necesaria para su supervivencia, aunque cuidando que las corrientes de aire no le afecten demasiado. La temperatura también es importante, ya que el frío no es precisamente su mejor amigo, todo lo contrario. Lo ideal es que se mantenga entre los 15 y los 22 grados, pero si tu casa es fría tampoco te pases acercándola a un radiador.
Por otra parte, está el riego. La flor de pascua tiene un punto débil en el agua, puesto que hay que saber mantenerse en un punto medio para no dejarla seca y tampoco ahogarla, ni una cosa ni la otra. Hay que regarla de forma moderada para que se humedezca la tierra y, si tienes un plato en la base de la maceta, retirarlo pasados unos 15 minutos con el agua que se acumula. ¿Cuándo hay que volver a regarla? En el momento que la tierra se seca, por lo que lo tendrás que hacer una o dos veces a la semana como mucho.
Ahora que entramos de lleno en el invierno es posible que pierda hojas, en especial las rojas, quedando las de color verde. Con un buen cuidado, en principio tu flor de pascua puede volver a florecer con hojas rojas mientras se acercan las temperaturas más suaves.
En todo caso, si decides trasplantarla, algo frecuente debido a que suelen venir en macetas pequeñas, lo ideal es hacerse una maceta de buen tamaño, buena tierra, con nutrientes y sustratos y también agujeros en la base del recipiente. Con todo ello puedes conseguir que esa flor de pascua tan radiante que tienes ahora en casa llegue sana y salva a las próximas fiestas.