Julio se termina y las vacaciones de verano están cada vez más cerca. El ordenador apagado, el hotel reservado y, por delante, unas semanas de merecido descanso. Pero sois muchos, y pese de que el maletero del coche es grande, comienzas a hiperventilar pensando en cómo cuadrar el 'tetris' de maletas de tu pareja e hijos. Te damos algunas claves a tener en cuenta para optimizar al máximo el espacio y que ninguna de vuestras pertenencias salga perjudicada. Porque a veces, como dice el refrán, más vale maña que fuerza.
Las maletas son el bulto principal que vamos a tener que meter en nuestro coche. Hay quien las pone de lado y sin ningún tipo de orden, pero esto no es muy recomendable; perdemos espacio y, al no quedar fijas, corremos el riesgo de que se muevan durante el trayecto. Lo más recomendable es que las pongamos planas, debajo del todo, para optimizar al máximo el espacio del maletero. De esta forma quedarán fijas y tendrás más margen para poner otros objetos encima.
La mejor ubicación de los objetos que pesan menos (mochilas, bolsas de viaje, objetos) es encima de las maletas que habremos puesto previamente. Dependiendo de lo que lleven en el interior, podemos intentar comprimirlas lo máximo posible para ganar espacio. Nunca hay que colocarlas debajo del todo ni arriba, donde lo más recomendable será poner los objetos menos contundentes, como almohadas, bolsas o comida.
De esta forma, lograremos conseguir un buen equilibrio. Además, generalmente, es lo que necesitaremos tener más a mano (paradas para descansar, un picnic de camino, un trago de agua…). Sin necesidad de aplastarlas, podemos colocar algún tipo de anclaje alrededor para que no se pierdan en el maletero durante el trayecto y para evitar que, en caso de accidente, salgan disparadas hacia los asientos traseros o delanteros.
Precisamente por lo que comentábamos antes -la posibilidad de que ante un frenazo, los objetos de arriba del todo salgan disparados-, es muy importante que utilicemos correctamente el cubremaleteros. Nos referimos a la tapa que tienen la mayoría de los coches y que, ante cualquier imprevisto, impedirá que lo que hayamos puesto arriba del todo vuele por los aires. Además, siempre viene bien para evitar que nadie ajeno al viaje eche un vistazo durante un descuido.
Con ello no solo ganas espacio, sino seguridad a la hora de circular. Si distribuyes el peso uniformemente, sin desajustes a los costados, conducirás más seguro y, previsiblemente, ahorrarás más gasolina que si no existe un orden claro. Una mala organización de los bultos no solo es ineficiente a nivel de conducción, sino que también puede ser peligroso a en cuanto a la seguridad vial.
No solo hablamos del maletero, sino de los distintos espacios que tienen los coches, como las guanteras. Allí podemos almacenar aquello que vayamos a necesitar para el viaje: cargadores del móvil, botellas de agua, dispositivos electrónicos para amenizar el trayecto, objetos de valor, auriculares… Ni los perderás ni correrás el riesgo de que se rompan en la mochila.