Que nuestros hijos son los mayores consumidores de redes sociales en internet es algo que todos, a estas alturas, tenemos bastante claro; sin embargo, conocer lo que hacen dentro y, sobre todo, protegerlos ante las amenazas que viven en estos ecosistemas es parte fundamental de la labor de los padres.
Aprovechando que este 11 de febrero se celebra el Día de Internet Segura, Facebook ha elaborado un decálogo de consejos para ayudar a los padres en la protección de los menores de edad en el ámbito de las redes sociales.
La clave, en líneas generales, está en partir desde el mismo punto de conversación con tus hijos. A menudo los niños no acuden a sus padres si algo les preocupa en Internet, porque creen que saben más sobre esta tecnología que cualquiera de los adultos que hay a su alrededor. Sin embargo, si puedes mantener conversaciones con ellos sobre los asuntos que puedan ir surgiendo, le demostrarás que podéis resolver los problemas en familia.
Hay que hablar de redes sociales antes de que utilicen alguna red social. Varios estudios indican que niños de tan sólo seis años ya tienen acceso a smartphones o tablets. Empieza a hablar con tus hijos sobre la tecnología antes de que cumplan los 14 años, que es cuando se les permite registrarse en la mayoría de las redes sociales.
Facebook, Instagram y la mayoría de las redes sociales exigen que los usuarios tengan, como mínimo, 13 años antes de poder crear una cuenta.
De la misma forma que le dices a tu hijo que mire a ambos lados antes de cruzar la calle o que tiene que llevar casco cuando monta en bicicleta, enséñale a pensar antes de compartir un contenido online o aceptar la petición de amistad de un desconocido.
Si hay algún tipo de servicio que tu hijo está usando, y no tienes ni idea de cómo funciona, pídele que te lo enseñe. Esta conversación también puede servir como una oportunidad para hablar sobre temas de seguridad, privacidad y protección de datos. De esta manera, les estás dando el poder de enseñarte cómo funciona algo.
Por ejemplo, cuando tu hijo tenga su primer teléfono móvil, será un buen momento para establecer unas reglas básicas. Cuando tengan la edad suficiente para unirse a Facebook, Instagram y otras redes sociales, es un buen momento para hablar de compartir contenido en Internet de forma segura.
Intenta ser un modelo a seguir. El dicho popular de que los niños hacen lo que tú haces y no lo que tú dices, es tan cierto en la red como fuera de ella. Si estableces restricciones de tiempo para que tu hijo adolescente limite el tiempo que pasa delante de la pantalla (por ejemplo, no chatear una vez pasadas las 10 de la noche), sigue tú también las mismas reglas.
Una vez que tu hijo adolescente haya configurado sus cuentas en la red social, puede utilizar varias herramientas que le ayudarán a administrarlas. Facebook tiene configuraciones de privacidad para controlar quién puede ser su amigo, quién puede ver sus publicaciones y si comparte detalles como su ubicación de forma predeterminada.
Instagram también ofrece muchas herramientas de seguridad para mantener a los adolescentes seguros cuando están online, incluyendo filtros de acoso, advertencias y pantallas de sensibilidad. Los adolescentes también pueden restringir las interacciones no deseadas en sus perfiles y denunciar fácilmente cuentas, comentarios y mensajes de acoso.
Hay un enlace en casi todas las publicaciones de redes sociales para denunciar abusos, intimidación, acoso y demás incidentes. Si hay algo que no se sale fuera de lo común hay que enseñar a nuestros hijos a que pueden denunciarlo y algún miembro del equipo de moderación lo revisará. Lo importante, en este caso, es que conozcan la herramienta para que puedan utilizarla.
Puedes disfrutar capturando momentos familiares en vídeo o foto para luego divertiros juntos editándolos, añadiendo filtros y utilizando funciones de realidad aumentada como las orejas de conejo.
Otras ideas de conversaciones sería preguntarle qué es lo que más le gusta hacer cuando se conecta a Internet o lo que te gusta hacer a ti y de esta forma compartir la tecnología juntos.
Por lo general, puedes utilizar el mismo discurso que usas con tus hijos adolescentes en las actividades offline que en las online. Si te das cuenta de que tu hijo responde mejor a un acuerdo, crea una especie de contrato que podáis firmar los dos. O tal vez le baste con conocer las reglas básicas.
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