El pasado mes de diciembre se cerró el ranking de las personas más ricas del mundo con un podio más que claro que lidera Elon Musk, el fundador de Tesla y Space X que acababa el 2021 con una fortuna de 277.300 millones de dólares, muy por delante de Jeff Bezos y sus 194.800 millones en la segunda plaza. Este gran colchón le permite dar rienda suelta a sus excentricidades, pero también a construir una gran familia. El empresario y su pareja, la cantante Grimes, han anunciado que han sido padres de su segundo hijo, aunque para él es su octavo retoño, pese a que el primero falleció pocas semanas después de nacer por muerte súbita.
La excentricidad la han llevado hasta el nombre de la recién nacida el pasado mes de diciembre por vientre de alquiler, a la que han llamado Exa Dark Sideræl. Según han contado, tiene un significado especial para ellos, ya que combina una función de programación para el ordenador con lo desconocido que esconde el espacio sideral, una conquista que se ha convertido en una obsesión para Musk. No obstante, fuera del nombre oficial han decidido que la llamarán Y. No es la primera vez que sorprende con el nombre de uno de sus hijos, al primero con Grimes lo llamaron X Æ A-Xii.
Con siete hijos parece que Elon Musk tiene un instinto paternal increíble, pero lo cierto es que, si tiramos de hemeroteca, el empresario le confesaba hace tiempo a The New York Times que "los bebés son solo máquinas de comer y hacer caca, no tengo mucho que hacer, su madre se encarga de casi todo, cuando se haga mayor tendré un papel de más importancia".
Con todo esto muchos se pueden preguntar si su nueva hija es el bebé más rico del mundo. Podría serlo, pero hay que recordar que tiene otros seis hermanos con los que en algún momento se repartirá la riqueza de su padre, uno de los grandes magnates del planeta.
Más allá de sus dos hijos con Grimes, el empresario cuenta con otros cinco con su primera esposa, Justine Wilson. Primero nacieron los gemelos Griffin y Xavier en 2004, mientras en 2006 llegaban a su vida Saxon, Kai y Damian, los trillizos. Ahora queda por saber si el director de Tesla tiene en mente seguir ampliando su familia o si por el contrario ya ha puesto punto y final a su descendencia. Con él nunca se sabe, lo que sí, es que sus hijos ya forman parte de la élite económica.