El papel del padre ha cambiado. O está cambiando, más bien. Si antes el cuidado emocional y doméstico de los hijos recaía sobre los hombros y la mente de la mujer, e incluso se veían las excepciones como tirón narrativo en películas y series para crear un personaje masculino atractivo y sexy ('Papá por sorpresa' (2017), 'Tres hombres y un bebé' (1987), etc), ahora la carga se reparte. O esa es la idea que subyace en la sociedad del 2022. Ya no comerás huevos cuando seas padre, ya no es 'porque lo digo yo', ya no es 'no molestes a papá, que está muy cansado'. ¿Es posible adaptarse a este nuevo modo de estar en el mundo?
Con el Día del Padre como telón surge la gran pregunta: ¿Cómo ser todo un padrazo en el 2022? La respuesta está estrechamente unida a una mayor conciencia social e ideológica, es decir, a las nuevas masculinidades. Lejos de lo que muchos piensan, esas nuevas maneras de mirar el amor, la familia, la amistad y el trabajo permiten al hombre ser más libre a la hora de expresar sus emociones, comunicarse y mostrar debilidad y sensibilidades distintas. Eso sí, también trae de la mano un aumento de responsabilidad emocional, social y paternal en el entorno familiar.
El gran peso que cargaba la figura paterna sobre sus hombros en cuanto a la protección, el papel de fiduciario doméstico o el hecho de ser quien toma las decisiones importantes de puertas para dentro ahora se comparte de forma equitativa entre ambas partes de la pareja.
El padre evoluciona con la sociedad y los tiempos que les toca vivir. Prueba de ello la gran cantidad de padres que optan por el teletrabajo para así estar más presentes en las tareas del hogar y el cuidado de los pequeños (aunque la mayor parte de las que se han quedado en casa a cargo de los cuidados en esta pandemia hayan sido ellas).
Importante ha sido la nueva ley para que los padres puedan pedir legalmente bajas de paternidad más amplias. No se trata del antiquísimo 'lo hago para ayudarla' ('ayudar', ese verbo tan patriarcal), sino también porque desean tener una presencia mayor en ese importante momento de desarrollo en la vida de sus hijos. Pero, ¿por qué sigue habiendo solo un 11.01% de hombres que piden excedencia frente al resto de mujeres?
Según los últimos datos recogidos por el Ministerio de Igualdad en el informe de Excedencia por cuidado de hijos, ha habido un claro aumento en los últimos años de la implicación paterna, pero sigue habiendo un 88,99% de mujeres que piden esta excedencia frente a los hombres en este aspecto, siendo las comunidades autónomas de Castilla y León y Murcia las que reflejan una mayor desigualdad en este sentido.
El resultado de esta tendencia es una familia más unida, con una presencia paterna firme pero más cariñosa que en generaciones pasadas. De hecho, uno de los grandes retos para los padres más jóvenes es la ausencia de referentes en casa con las mismas responsabilidades e implicaciones: en el cuidado, la corresponsabilidad o la igualdad de la pareja dentro de la familia.
Sin embargo el último estudio de The Parenting Index, el primer estudio que analiza cómo se sienten y cómo perciben los padres y madres la crianza de sus hijos a nivel mundial─ revela que, en general, son las madres quienes llevan todavía la mayor parte del peso de la crianza a nivel mundial. Mientras el 47 % de los padres afirma que la responsabilidad del cuidado de los hijos se comparte entre los dos miembros de la pareja, únicamente el 30 % de las madres lo cree.
Los ahora abuelos tienen referencias muy distintas, pero sin embargo aportan una ayuda esencial en las familias, teniendo incluso más presencia a día de hoy de la que tuvieron entonces en el cuidado de sus propios hijos e hijas.
Las nuevas generaciones de progenitores están sustituyendo clichés anticuados del que "lleva los pantalones en casa”, y también los abuelos se han unido a este auge de destruir mitos que, en muchos casos, no les hacían felices.
Son muchos los abuelos que ayudan a sus hijos e hijas en el complejo horario que deben afrontar, demostrando que la época actual requiere de una mayor implicación por su parte. Desde acompañarles a las actividades extraescolares, hacer comidas y meriendas, llevarles al médico o hacerles compañía durante la ausencia de los padres.
Junto a ello, la gran diversidad de familias también da pie a nuevas formas de ser padre. La figura del padre soltero que hasta hace unos años era prácticamente impensable, ahora tiene su espacio en la sociedad, así como los casos LGTB+ de padres homosexuales que comparten la custodia de sus hijos.
Jóvenes teóricos de nuestros días han reflexionado sobre cómo debe de ser el padre moderno. Uno de los más destacados es Antonio J. Rodríguez, que se adentra de lleno en las nuevas masculinidades en su ensayo La nueva masculinidad (Anagrama) donde habla de esta nueva paternidad y sus modelos, de los que él, en primera persona, forma parte.
En los medios también vemos reflejados estos nuevos modelos de paternidad, como el actor Dwayne Johnson 'La Roca', uno de los artistas mejor pagados de la industria que defiende a capa y espada la importancia de estar presente en la educación de sus hijos, demostrando que es totalmente compatible con ser una súper estrella, mantenerse en forma y tener un matrimonio feliz. O Will Smith, que también comparte abiertamente la importancia de estar en casa junto a sus hijos y presume de ello dentro y fuera de las redes sociales.
En pleno 2022, lo más atractivo es ser un padre implicado. Aunque los últimos acontecimientos nos recuerdan la gran sombra patriarcal, y es que en el reciente desastre ucraniano son ellos los que se ven obligados a formar filas, forzados a representar el papel tradicional protector masculino, mientras que ellas se hacen cargo de niños y ancianos.
¿Nos encontramos realmente ante una nueva era de la paternidad? Puede que esta fecha tan señalada sea el momento perfecto para descubrir qué es una paternidad real, más allá de estereotipos y clichés manidos.