Leonardo da Vinci, Pablo Picasso, Claude Monet o Vincent van Gogh. Es muy probable que nunca hayas estudiado arte, pero rápidamente puedes relacionar estos cuatro nombres con la pintura. En cambio, si hablamos de Clara Peeters, Angelika Kauffmann, Camille Claudel o Luisa Roldán, ¿sabrías decir quiénes fueron o a qué se dedicaron? Sin conocimientos sobre arte lo más probable es que no y, pese a que son algunas de las artistas femeninas más importantes de la historia, no tienen un hueco en las asignaturas de arte en los institutos. No, tus hijos no las estudian y que tengan presencia en el currículo educativo es el objetivo que buscan desde la plataforma La Roldana.
Por poner en contexto, en la asignatura de 2º de Bachillerato Historia del Arte no hay presencia alguna de mujeres en el temario, algo que también ocurre con Historia de la Filosofía. Algo más de positivismo, tampoco demasiado, se palpa en Fundamentos del Arte I y Fundamentos del Arte II, donde la representación de las mujeres artistas frente a los hombres en estas asignaturas es de un 4% y un 8% respectivamente. Tras detectar este problema, la historiadora Miriam Varela lanzó una petición de recogida de firmas en change.org para la inclusión de las mujeres en el currículo educativo que ya cuenta con casi 60.000 firmantes y se ha presentado al ministerio de Educación, que precisamente señala en la nueva Ley la igualdad de género en todas las áreas de conocimiento.
Tras esta movilización, Montse Amorós, historiadora del arte y con quien hemos hablado en Uppers, contactó con Varela y en febrero de este año formaron La Roldana, la plataforma oficial por la que difunden la petición con un nombre en referencia a la escultora Luisa Roldán. Al unirse más gente, pensaron que más allá de la recogida de firmas podía ser interesante crear un material que ofrecer al ministerio de Educación si la petición llegaba a buen puerto.
De esta manera, estudiaron a fondo el currículo educativo para ver dónde se podrían incluir a las mujeres artistas en el contexto de la historia teniendo en cuenta que, por ejemplo, Historia del Arte es una asignatura que se da en un solo año de forma general, por lo que son conscientes de que "no podemos meter a todas las artistas que nos gustaría, es imposible", reconoce Amorós. Tras ese análisis, se realizó una encuesta y se debatió con los miembros de la plataforma sobre qué mujeres incluir para obtener representación en las diferentes etapas de la historia.
A partir de ahí, con diferentes grupos de trabajo se crearon los tres catálogos para las diferentes asignaturas de arte y que se presentaron al ministerio de Educación, catálogos que ya han publicado y se encuentran disponibles de forma gratuita en su página para alumnos, padres o profesores. "Hemos tenido que deconstruir la historia para construirla de nuevo con esas mujeres que faltaban y no nos han enseñado a muchas generaciones", cuenta.
Sobre la mínima presencia que actualmente tienen las mujeres artistas en los libros de texto y el temario educativo, Montse Amorós nos explica que, además, su contenido no es el mismo que tienen sus homónimos masculinos y pone de ejemplo una de las actividades que expone el currículo. Esta trata de diferenciar la pintura de ellas y la obra de ellos en el impresionismo. "¿Cuál es la respuesta correcta?", se pregunta la historiadora, pues "todos pintaban impresionismo".
"Si desde la administración se busca esa diferenciación entre hombres y mujeres, no acabará nunca", reflexiona, apostando por una reformulación de la pregunta, ya que no todos los impresionistas pintaban sobre la misma temática y ahí sí entra la diferencia que existía entre la vida de una mujer y un hombre en la época que se reflejaba en su obra. "No vivían en una cueva o un sótano, las mujeres siempre hemos existido e influíamos en la sociedad porque las personas nos enriquecemos con las relaciones".
En línea, muchas de esas artistas han quedado en un segundo plano al ser tratadas por la historia como las musas o las amantes de los pintores o escultores masculinos. Por ejemplo, André Breton es el padre del surrealismo, pero Jaqueline Lamba, que sí, fue su esposa y musa, "ha pasado a la historia por eso, y no por ser la artista fue".
No hay que borrar a los hombres de la historia, simplemente incluir a las mujeres en el contexto de la historia. Las asignaturas en bachillerato se dan de forma genérica, con pinceladas, por lo que se explica el movimiento con algunos autores relevantes. ¿Son todos los hombres más importantes que las mujeres? No tiene que ser así, puede que en cierto movimiento artístico una artista sea más representativa que un hombre. "¿Por qué no se puede explicar la escultura impresionista con Camille Claudel y siempre se hace con Auguste Rodin?", reflexiona.
¿Por qué tienen tan poca presencia? En su opinión cree la "historiografía del arte ha hecho daño a las mujeres. Durante años, ellas se mantuvieron en casa y parecía que no hacían nada. Esa mentalidad pienso que se ha trasladado a la historiografía y por puro inmovilismo del conjunto de la sociedad así ha quedado, o eso quiero pensar".
En cuanto a los institutos, es consciente de que en esa etapa hay cosas que a los adolescentes no les preocupan y se centran en aprobar su curso, por lo que la mayoría no se pregunta si habían mujeres artistas porque "es lo que te enseñan y en teoría la materia que se da es lo mejor y lo que toca". Aún así, también cree que "hay muchas personas que están pidiendo este cambio", pues recuerda una anécdota de un profesor que le contó que una alumna expresó que "la historia es un rollo, solo salen hombres", por lo que hasta los jóvenes ya comienzan a darse cuenta.
Por ese despertar y el cambio en la Ley de Educación, desde La Roldana creen que es el momento del cambio tras presentar su propuesta ante el ministerio. En todo caso, son conscientes de que la creación del nuevo currículo se expone luego públicamente y, aunque se apruebe, no entra en vigor de inmediato porque se le debe dar un margen a los editores para adaptar los libros de texto. Ante todo, cualquier paso al frente, es un avance para la visibilidad de las artistas femeninas que no han sido olvidadas.