Los reencuentros en la era coronavirus es lo que tienen: empiezan a parecerse a esa cena navideña con el cuñado en la que más vale no tocar ciertos temas por el bien de la unidad común. Pero ahora con un giro importante: de las medidas que se tomen en ellos pueden depender la salud, la vida y la economía de miles de personas. Así lo recordaba un anuncio del gobierno de Canarias que ha calado en redes por su crudeza: "Una simple reunión familiar puede traerte de regalo 40 días en coma o incluso la muerte". Y así se empieza a palpar ya en la previa a esas quedadas después de meses que se organizan por grupos de WhatsApp.
De un lado, los cumplidores y precavidos que prefieren seguir manteniendo distancias: "Nos estamos planteando si ir al almuerzo". Y por otro los que abrazan la llegada de las vacaciones y al amigo que hace tanto que no ve como si de un verano cualquiera se tratase: "Te quiero dar un beso y, mira, te lo voy a dar". Las consecuencias en lo anímico son previsibles: el malestar y la frustración entre los que ven que en su entorno no se cumplen las normas e indicaciones de seguridad e higiene aumenta al ritmo que se abre un cisma en las relaciones. En España, a finales de junio, un 7,3% de la población mayor de seis años reconocía no usarla jamás según datos autorreportados por los ciudadanos al Instituto de Salud Carlos III.
¿Cómo mantener la distancia de seguridad sin que aumente la distancia emocional? La piscóloga Gabriela Paoli nos ayuda a elaborar un guía para evitar tensiones y coordinar los reencuentros.
"Lo primero a tener en cuenta es que no todos pensamos, sentimos y actuamos igual. Ha quedado claro que frente a una misma situación, procedemos de diferente manera", plantea Paoli. En este caso concreto, además, "tenemos derechos y deberes". Según opina la psicóloga, "derecho a llevar la situación de la manera que a cada uno le parezca más correcta o acertada. Pero también deberes".Que en este caso se traduce por la obligatoriedad de cumplir las normas de higiene y seguridad recogidas en el BOE: el uso de mascarillas es obligatorio en España.
Gabriela Paoli expone a Uppers que el impacto emocional sobre estas personas 'cumplidoras', que respetan las normas y recomendaciones de seguridad, abarca "sentimientos de incomprensión, rabia, impotencia y gran desconcierto". Y advierte que explicar esto durante una reunión o antes de tenerla puede acarrear consecuencias también a nivel social, "ya que estas personas desean protegerse y cuidarse, teniendo que llegar a evitar reuniones o situaciones que consideran de riesgo. Eso les puede llevar a sentir aislamiento y exclusión dentro del grupo de amigos y del núcleo familiar".
Y cómo hacerlo sin que surjan aún más tensiones. Paoli señala dos claves:
I. Plantearlo o comentarlo con el anfitrión u organizador. "No recomiendo lanzarlo 'a modo granada' dentro del grupo de WhatsApps. Mejor con llamada o cafecito -si se puede- de por medio, para evitar malos entendidos y tensiones".
II. Utilizando un mensaje claro, directo, y respetuoso. "Con técnicas asertivas de comunicación. Algunos ejemplos de frases que podemos usar: 'Deseo participar de esta cena, sin embargo, siento que necesito un poco de información para tomar la decisión de asistir o no'. Si directamente voy a decir que no asistiré, puedo usar algo como: 'Prefiero no ir en esta ocasión ya que estoy un pelín preocupado por los rebrotes".
"O la técnica del sandwich: 'Me hace muchísima ilusión participar de esa excursión, sin embargo -mejor que 'pero', que da sensación de negatividad u oposición- estoy dudando, ya que van personas que no conozco y compartiremos un espacio muy pequeño. No sé si podrías ayudarme ofreciéndome más información".
"Todos sabemos lo que tenemos que hacer. Todos tenemos una responsabilidad sobre este tema", dice Gabriela Paoli. "Como plantean los estoicos con su dicotomía del control, sólo podemos ejercer control sobre nuestros pensamientos y actos. Los de los demás no es nuestra responsabilidad". Su recomendación al respecto pasa por "simplemente tomar la iniciativa y dejarle clara a la otra persona tu posición sobre el tema. Y si ves que no cambia su actitud, tal vez sea recomendable retirarse de la comida o evento", expone la psicóloga.
"Lo importante es ser conscientes de que el afrontamiento psicológico de esta situación generada por el Covid requiere por nuestra parte de una respuesta activa y adaptativa importante. Yo recomendaría evitar el conflicto y las discusiones. En este caso estamos hablando de salud y responsabilidad, y cada uno se cuida a su manera. Tenemos diferentes puntos de vistas, además de hábitos y costumbres. No trataría de convencer a nadie ni de generar debate. Simplemente trataría de buscar respeto y empatía. Esta pandemia nos está haciendo trabajar ciertos valores como la solidaridad, el amor, la compasión, la flexibilidad… Sin duda es un gran desafío a nivel emocional".