¿Nochebuena con mi familia y Nochevieja con la tuya? Lo que se sabe ya de la Navidad del coronavirus
La Navidad se acerca y todo indica que será una fecha atípica por las restricciones del coronavirus. Repasamos algunas de las que pueden afectar más directamente a estas fechas tan señaladas
Se acercan unas Navidades atípicas. Posiblemente las más extrañas que haya tocado vivir nunca. Nada de lo que ocurrió en las de 2019 se repetirá de manera idéntica en las de este 2020, ni siquiera las cabalgatas de los Reyes Magos. La crisis del coronavirus y sus medidas para protegernos de los contagios serán las verdaderas protagonistas, y habrá que replantearse desde con quién pasamos las fiestas hasta cómo ponemos la mesa. Aunque aún queda tiempo, podemos ir vaticinando cómo será la Navidad de 2020 para ir haciendo a la idea.
El Ministro de Sanidad avisa
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Salvador Illa, ministro de Sanidad, ya lo está dejando caer en las numerosas entrevistas e intervenciones que realiza: "No será una Navidad normal. No digo que no podemos disfrutar de las navidades, pero tenemos que prepararnos y ver cómo podemos enfrentarlo, pero no será como el año pasado", ha dicho recientemente en una entrevista a RAC1.
También fue claro y conciso en otra entrevista, esta vez para la Cadena SER, aludiendo que, con las tasas actuales, las Navidades se producirían "con medidas de restricción importantes: necesariamente en grupos reducidos y con convivientes estables".
Limitaciones de movilidad
Primer problema. Si te toca viajar de una Comunidad Autónoma a otra para pasar las Navidades con tus hijos y tus nietos, puede que existan ciertas restricciones de movilidad. Por el momento, en la situación actual a 1 de octubre, no hay ninguna, ya que estas tendrían que llegar de la mano de un estado de alarma.
Sin embargo, sí que hay que hay restricciones entre determinadas zonas geográficas que están con un confinamiento perimetral y en donde no está permitida la entrada o salida salvo para algunas excepciones, entre las que no se encuentran ir a pasar la Nochebuena con la familia.
En otros países europeos, como Francia, dos premios Nobel han propuesto realizar un confinamiento entre el 1 y el 20 de diciembre para evitar que una ola de contagios a finales de mes arruine la Navidad. El ministro de Sanidad galo, no obstante, ha descartado tajantamente esta opción.
Seis personas en interiores
En Cataluña ya lo han avisado a las familias: no se permitirán reuniones de más de seis personas en los interiores de los hogares con el fin de evitar contagios masivos que puedan saturar el sistema sanitario. El Ministerio de Sanidad también afirmó que están estudiando extender esta medida de manera generalizada para esas fechas tan señaladas "si persiste la situación actual".
Además, está demostrado que cuando estamos con personas queridas, amigos, etc., se produce cierta relajación de las medidas, y más aún cuando el alcohol y la alegría desbordada por ver a nuestros seres queridos después de mucho tiempo puede hacer de las suyas y dar lugar a escenas de abrazos y besos.
Distancia física
Otro de los cambios que se pueden ver en estas Navidades extrañas es que tengamos que estar separados, físicamente, dentro de las casas. La recomendación es de 1,5 metros, aunque la realidad hace que esa medida solo se pueda cumplir en casas grandes y en donde haya espacio para que esas seis personas máximo puedan estar separadas. En todo caso, cuanta más distancia exista entre personas, incluso sentados a la mesa, mucho mejor y menos riesgos.
Mascarilla, mascarilla y mascarilla
El uso de las mascarillas es obligatorio tanto en exterior como en el interior de los lugares públicos (bares, restaurantes, museos, transporte público...) y en los hogares, siempre y cuando solo estemos con las personas convivientes no es de uso obligado.
Ahora bien, en una reunión familiar como la Navidad, donde podemos estar con otras personas con las que no convivimos, llevar puesta la mascarilla siempre y cuando no se esté comiendo es algo mucho más que recomendable. Puede resultar extraño estar con la familia y con la mascarilla puesta, pero es la manera más eficaz de protegerte a ti y protegerlos a ellos.
No compartir platos ni copas
Lo estamos viendo ya en muchos bares y restaurantes: pides una ración para compartir y la llevan a la mesa dividida entre las personas que la vayan a comer. Es una medida para evitar que el tenedor vaya de la boca a a la comida y después otra persona pueda ingerir zonas contaminadas. Al igual que se está haciendo en la restauración, conviene aplicarlo también en nuestras Navidades.
Ventilación siempre que sea posible
Diciembre no es el mes más propicio para mantener las ventanas abiertas por la noche pero, en la medida de lo posible, las autoridades recomiendan que los espacios cerrados tengan una buena ventilación natural. ¿Esto qué quiere decir? Según se ha demostrado, el aire que recircula en un mismo espacio cerrado puede ser muy infectivo debido a que siempre es el mismo aire y la cantidad de virus que pueda haber no se disipa. Así, lo mejor es abrir una ventana un rato en lugar de activar el aire acondicionado, aunque sea en modo bomba de calor.
Rotación de familiares y cenas espejo
Con todo este panorama encima de la mesa, parece que en estas Navidades una de las soluciones que más se llevarán a cabo será la de rotar familiares en cada festividad. De este modo, los que se reúnan para Nochebuena no serán los mismos que lo hagan en Navidad, o en Nochevieja y Año Nuevo.
Otra de las opciones si la familia es muy grande es realizar cenas/comidas espejo. En una casa podrían cenar seis personas y en otra casa las otras seis, y estar conectadas mediante videollamada durante toda la noche.
Quién sabe si, con todas estas medidas, se pone fin al eterno dilema de las parejas cuando llegan estas fechas: ¿con quién pasamos la Navidad? Y es que, ya lo dice el refranero popular: "No hay mal que por bien no venga".