El rey emérito lleva desde el jueves en España, en el que es su primer viaje desde que se instaló en agosto de 2020 en Emiratos Árabes Unidos. Este lunes, después de pasar cuatro días en nuestro país, se producirá uno de los encuentros más esperados, el de padre e hijo, Juan Carlos y Felipe. No estarán solos, también les acompañarán la reina Sofía y otros familiares. "Espero muchos abrazos y ver a la familia", explicaba el ex monarca en el Club Náutico de Sansenxo a la prensa congregada.
Pese a que todos los focos se centran hoy en la Zarzuela, la familia real no lo ha reflejado en su agenda semanal, ya que lo considera "un encuentro familiar privado" antes de que don Juan Carlos vuele de vuelta a Abu Dabi, la que es su residencia habitual desde hace 689 días. Fecha en la que Casa Real anunció que se marchaba "ante la repercusión que están generando ciertos acontecimientos pasados" con el fin de "contribuir a facilitar el ejercicio" de las funciones del jefe del Estado.
Durante estos dos años, Felipe ha preferido mantenerse alejado de su padre mientras que tenía tres diligencias abiertas, ahora archivadas. Desde agosto de 2020 el Rey ha tenido oportunidades de sobra para visitar a su padre, pero no lo ha hecho. Es más, solo se ha desplazado una vez a Abu Dabi, precisamente hace una semana, para participar en la ceremonia de pésame del emir, Jalifa bin Zayed al Nahyan. Ni vio a su padre, ni tuvo intención de hacerlo. Una llamada telefónica fue suficiente, haciendo patente una vez más el alejamiento.
Febrero fue otra de esas fechas marcadas en el calendario. Se celebraba el Día Nacional de España en la Expo de Dubái y Pedro Sánchez acudió solo al evento, sin Felipe, para evitar especulaciones sobre posibles visitas o encuentros para hablar sobre el potencial regreso del emérito a nuestro país. La versión oficial que dio Moncloa es que se trataba de un viaje con trasfondo económico, una oportunidad de buscar y captar inversores y que, por lo tanto, la persona idónea para acudir era el presidente.
Más ocasiones tuvo Felipe para demostrar un pequeño acercamiento a su padre cuando sus hermanas, las infantas Cristina y Elena lo hicieron. Son varias las visitas que han hecho al emérito desde que vive en Emiratos. La más polémica fue, sin duda, la de marzo de 2021 cuando ambas se vacunaron para poder acudir al país fuera del calendario, momento en el que la Casa Real dejó clara su independencia y no quiso tener nada que ver con la reunión familiar.
Otra de las visitas, la de la foto oficial fue el pasado mes de abril. Juan Carlos recibió a sus hijas y a la mayoría de sus nietos. Al encuentro acudieron Irene, Victoria Federica, Pablo, Miguel y Juan Valentín, pero ni rastro de la rama principal de la familia. Un posado cariñoso, poco formal, cercano y, sobre todo, inesperado.
Si algo ha dejado claro el emérito es que su visita a España no va a ser algo puntual y tiene intención de volver con o sin el beneplácito de su hijo más pronto que tarde. Es más, ya ha comunicado su intención de regresar a Sansenxo a partir del 10 de junio para participar en más regatas.
Todo apunta a que hoy no tendremos foto oficial, ni del apretón de manos ni del abrazo que se producirá (o no) dentro de un palacio de la Zarzuela blindado. Este primer acercamiento tras la decisión de romper todo vínculo institucional con Juan Carlos de Borbón es histórico, como todo lo que está rodeando al cambio generacional de la Casa Real.