La valentía de separarse en plenos años 80. Es la experiencia que ha relatado Pilar Yuste, representante de artistas del mundo de la televisión y el show business de Mediaset, en el programa Sobreviviré, el streaming de Mitele PLUS disponible cada tarde de lunes a jueves a las 15:00. Un episodio vital que supuso "mucho sacrificio" por los prejuicios de la época y por la juventud de su hijo, de tres años, al que tuvo que criar sola. "Sacar a un niño adelante con amor cuesta", ha reconocido la manager ante las cámaras del programa.
Fue en el año 1978, cuando el divorcio todavía no estaba legislado en España debido a la vigencia de las leyes franquistas. Era una época complicada, en la que las mujeres sufrían los efectos más injustos de la sociedad patriarcal. Contra viento y marea, Yuste se arremangó y, con ayuda de su familia, logró trasladar todo el cariño posible a su pequeño. Un afecto que, según sus palabras, estaba más presente en las madres que en los padres de la época. "Yo nunca he visto a nadie, en una reunión de empresa, levantarse, coger el teléfono para un problema de un niño, si iba a recogerlo al colegio, si no, o si estaba enfermo".
En la charla, que ha versado sobre los distintos modelos de familia, la representante ha relatado el esfuerzo que supuso salir adelante en el mar de prejuicios y opiniones contrarias al divorcio, que no se recogió como un derecho fundamental hasta el año 1981, cuando el Congreso de los Diputados aprobó la Ley de Divorcio, dejando atrás el mantra "hasta que la muerte los separe" que había imposibilitado las separaciones durante los años de dictadura franquista.
Fueron las madres pioneras como Pilar Yuste quienes, en su opinión, se preocuparon más de sus pequeños durante aquellos años de débil aperturismo, en los que España se encontraba a las puertas de la Transición que dejaría finalmente el franquismo y abriría de nuevo el periodo democrático en nuestro país.
Ahora, aquel pequeño de 3 años ha cumplido los 45, y Yuste ya no es solo madre, sino también abuela: una niña y su nieto, que llegó en plena pandemia, en un nacimiento que, reconoce, le pilló en las oficinas de Telecinco, antes de aparecer en un programa que no ha revelado. Dos nietos y un hijo después, Yuste se reafirma como una de las pioneras en divorciarse en nuestro país, en un momento ciertamente complicado y lleno de prejuicios.