Desde hace un par de años no tiene redes sociales y los que le conocen dicen que la discreción es una de sus máximas. Pero la Fiscalía Anticorrupción le ha puesto en el ojo del huracán. Luis Medina, segundo hijo de Naty Abascal, la primera influencer de todos los tiempos, está acusado de estafa, falsedad y blanqueo de capitales junto a su amigo Alberto Luceño.
En marzo de 2020 los dos empresarios vendieron material sanitario al Ayuntamiento de Madrid por un valor de 15,8 millones de euros y cobraron una comisión de casi seis millones. Ambos afirman que deseaban ayudar en la lucha contra la pandemia, pero la Fiscalía les acusa obtener "un exagerado e injustificado beneficio económico". Con la comisión, compraron una docena de coches de lujo, un yate, un piso de lujo en Pozuelo de Alarcón y una estancia en un hotel de Marbella a 6.000 euros la noche, según la querella de la Fiscalía.
Medina afirma que estas comisiones son las habituales en este tipo de operaciones. ¿En qué acabará la querella? Sin duda, se trata de uno de los momentos más amargos en la vida del hijo del duque de Feria.
Los Feria-Medinaceli son uno de los linajes más antiguos de la aristocracia española. La familia saltó a la popularidad cuando Rafael Medina se casó con Naty Abascal, entonces súper modelo, socialite e influencer, lo que en los años 80 se traducía invariablemente como 'fija' en la lista de mujeres más elegantes del país, junto a Isabel Preysler y Marta Chávarri, entre otras representantes de la alta sociedad española.
El primer hijo de la pareja fue Rafael, heredero del título y hoy, felizmente casado con Laura Vecino. Los dos hermanos se educaron en colegios privados de España, Inglaterra y Estados Unidos y vivieron días amargos con la separación de sus padres y el escándalo del caso Arny, por el que el duque de Feria fue condenado. Años después, los dos hermanos, ya en España, decidieron emprender por su cuenta tras trabajar en importantes empresas; entre ellas Inditex, en el caso de Rafael.
Luis siguió los pasos de su hermano en el mundo de la empresa privada. Con su amigo Diego Márquez creó Impak, una empresa de marketing y publicidad que, sin embargo, no duró demasiado.
En 2007 se convirtió en CEO de Show Me, gabinete de comunicación de firmas de lujo en el que gestionaba firmas como Óscar de la Renta, Roberto Diz, Aquazzura... Las grandes marcas de las que Naty era su mejor referente. La empresa iba bien, pero finalmente cerró. Durante algunos años, Luis se embarcó en negocios que no terminaron de funcionar, como la firma de joyas Ceylán 1943. En Sevilla también tiene negocios y la prensa local le relaciona con la explotación de Casa Pilatos, el palacio que los Medinaceli tienen en la ciudad.
Luis es uno de los solteros de oro de nuestro país. Se le ha relacionado con Tamara Falcó, Alejandra de Rojas o la heredera Amanda Hearst. Dicen que tiene miedo al matrimonio y que es feliz con su vida tal y como está. Otros sugieren que tiene una vida privada que no es la que parece. En cualquier caso, poco se sabe de él, ya que preservar su vida privada ha sido siempre su mayor objetivo.
En una entrevista con el programa de televisión Flash Moda decía que le gustan los arroces, el olor a gardenia, los zapatos y la música de Otis Redding, Bob Marley y The Beatles. Es fácil verle pasear con su perro por las zonas más cool de Madrid y mantiene una buena relación con su madre y su hermano. Lleva años esquivando todo tipo de rumores. Ahora, se enfrenta al foco de los medios y a la mirada escrutadora de la Fiscalía Anticorrupción.