Mientras se terminan los estudios universitarios o antes de incorporarse al mercado laboral mucho jóvenes deciden hacer algún voluntariado en otro país. Ayudar a su desarrollo, estar en contacto con otra cultura totalmente distinta y conocer a personas de todo el mundo es una experiencia más que enriquecedora para aprender a valorar lo que se tiene en casa. Pero lo cierto es que existe más de un tipo de voluntariado, no solo los jóvenes tienen acceso a ellos, también los hay para adultos, porque ayudar no es una cuestión de edad, y poner tu granito de arena en la construcción de un mundo mejor siempre es bienvenido, sea donde sea y con la edad que tengas.
Un alto en el camino o una motivación es lo que muchos seniors necesitan en algún momento de su vida, y el voluntariado es perfecto para ellos. Ni siquiera hace falta irse hasta otro país, hay muchas opciones en España que te permiten compatibilizarlo con el trabajo, por ejemplo ayudando a niños en centros de acogida o ayudando al buen mantenimiento de la naturaleza. En vez de irte a otro país, puedes aportar algo para mejorar la vida de las personas que tienes más cerca, las de tu barrio.
A veces somos nosotros mismos quienes nos limitamos, pero todo está en la mente, si no lo intentamos no sabemos si de verdad podemos o no. El voluntariado es una experiencia enriquecedora que te puede hacer vivir una segunda juventud y así quitarte esa espinita que quedó clavada en tu vida por no haber hecho uno cuando eras joven. Pero nunca es tarde, si tu preocupación es la dureza de las condiciones no te preocupes porque hay todo tipo de voluntariados, busca uno que se adapte a tus condiciones.
Desde las mismas organizaciones te pueden ayudar a esto, al final para cada voluntariado se requieren unos requisitos para que se puedan desempeñar correctamente las funciones. Por ejemplo, si uno de ellos requiere de un gran esfuerzo físico y por tus condiciones te sería difícil, no te lo recomendarán. Por lo general, hacerlo en España es mucho más fácil, ya que solo tendrás que prestar tu absoluto compromiso con el horario y mostrar un gran interés.
Pero si eres un aventurero y te quieres ir al extranjero, el principal requisito es la motivación y las ganas, sin ello no conseguirás que esa experiencia sea enriquecedora. Por su parte, para los voluntariados internacionales se suele pedir que se hable el idioma del país de destino o, por lo menos, inglés para poder mantener la comunicación con las personas que te encuentres. Además, los voluntariados de este tipo no suelen cubrir todos los gastos, por lo que probablemente tendrás que hacerte cargo de algunos de ellos. Y aunque nos sentimos más que jóvenes, nos recordarán que ya tenemos una edad, porque seguramente te pedirán un informe médico para verificar tu buen estado de salud.
Hay muchas personas que tras jubilarse se suben por las paredes. Ya no tienen su rutina marcada, los días se les hacen interminables… necesitan algo que les motive. Los jubilados son una parte importante de la sociedad, por eso muchos afrontan esta etapa como una segunda vida para seguir activo en algún voluntariado.
Un jubilado que realiza un voluntariado puede conseguir grandes beneficios tanto para su salud como para su estado de ánimo. Esto hace que le mantenga activo, tenga unos horarios, salga de casa y se desplace, por lo que le ayuda a envejecer de una manera más saludable que contribuye a tener un buen estado físico. Además, muchos jubilados viven solos, por lo que el voluntariado les permite relacionarse con gente de todas las edades, estrechar lazos y crear nuevas amistades, haciendo su vida mucho más amena y ayudándole a sentirse bien.
Por la edad, los jubilados suelen hacer voluntariados en su misma ciudad a través de iniciativas de los ayuntamientos, entidades u ONG que presten sus servicios en la zona de forma social o ambiental. Pero muchas de esas plataformas de voluntariado también dan ofertas para que los seniors pueden desplazarse en su propio país o incluso hacer alguno internacional.
No cabe duda que el voluntariado no es solo para jóvenes, los adultos y los mayores tienen mucho que aportar, su sabiduría, su experiencia y sus conocimientos, que han ido aumentando con los años, son un valor social imprescindible que se debe aprovechar para seguir mejorando el mundo.