Por qué debes notificar a la DGT si cambias de color tu coche

El color del coche es uno de los aspectos más relevantes para identificación, tanto por las autoridades como por los particulares. Es por ello por lo que, cualquier cambio en la tonalidad o el diseño del color de un vehículo debe ser notificado a la Dirección General de Tráfico (DGT). De esta manera, se garantiza la seguridad tanto de su propietario como de los demás usuarios de la vía pública.

Cambiarle el color al coche no es una cosa muy común pero pasa, precisamente por eso desde la DGT nos obligan a incluirlo en el permiso de circulación. Tráfico obliga a esta operación porque, en caso de que el vehículo se vea involucrado en un accidente, es más fácil identificarlo.

Además de a la DGT, también hay que notificar el cambio a nuestro seguro, teniendo en cuenta que algunas aseguradoras varían el precio de sus pólizas dependiendo el color del automóvil.

En España, las reformas de importancia del vehículo se regulan a través del Real Decreto DC866/2010, del 2 de julio, cuyo objetivo es unificar los criterios de la legislación española con la europea. Este Real Decreto viene acompañado por un Manual de Reformas de Vehículos elaborado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. En él se definen las reformas tipificadas, su codificación y la documentación precisa para su tramitación.

ITV, DGT y seguro del coche

Cambiar el color de la carrocería se incluye como una de las modificaciones relevantes dentro de las características de un vehículo, por lo que también hay informarlo previamente a la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), desde allí, expedirán una nueva ficha técnica donde se reflejen todos los cambios. Si lo haces según los trámites establecidos, no habrá problema en pasar la ITV cuando toque.

Además de la notificación a tu compañía de seguros y a la ITV, este cambio se debe notificar a la DGT. Ésta tiene identificados todos los vehículos que circulan por las carreteras de nuestro país a través de datos esenciales como la matrícula, marca, modelo y color, datos todos ellos imprescindibles para la identificación del coche en caso de accidente o para la correcta notificación/imposición de multas de tráfico.

En el caso de no hacer las cosas legalmente y que la DGT no tenga constancia del cambio de color del vehículo, nos pueden multas por no modificar los datos de la documentación del vehículo. La multa no es moco de pavo, la sanción tipo parte de los 500 euros, pues como decíamos antes, el color original forma parte de los datos de identificación del vehículo.

¿Qué podemos cambiar del coche sin homologar?

Según RACE (Real Automóvil Club de España), se puede modificar sin riesgo a tener problemas en la inspección técnica, casi cualquier cambio relacionado con el habitáculo de nuestro coche.

En este sentido estamos hablando de cambiar el sistema de sonido del vehículo o el tapizado de los asientos. Modificaciones estéticas o de entretenimiento, que no afectan al funcionamiento del coche.

Lo mismo sucede por cambiar la pintura de la carrocería, las llantas o los neumáticos del vehículo, siempre que en este último caso escojamos un tamaño dentro de las listas homologadas por el fabricante.

Que no haya que homologarlo no significa que estemos exentos de notificarlo a la DGT y a nuestro seguro.

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