El ciclismo está sujeto a una serie de normas de seguridad que afectan a todos los ciclistas. El cumplimiento del Código de Circulación regulado por la Dirección General de Tráfico y el equipamiento obligatorio para ciclistas y otras leyes forman parte de las normas de seguridad vigentes. Desde un punto de vista jurídico, el casco obligatorio para ciclistas sólo afecta a una determinada categoría de población y sólo a determinados tipos de ciclistas.
Como se expresa en la Ley 18/2021 publicada en el BOE núm. 304 del 21 de diciembre: se modifica el texto sobre la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, en su artículo 47 haciendo obligatorio el uso de casco en bicicleta a los menores de 16 años en vías urbanas y también a quienes circulen por vías interurbanas.
Todo niño menor de 16 años debe llevar puesto el casco al ir en bicicleta, ya sea como pasajero, en un asiento de bicicleta, en un remolque o como conductor de su propia bicicleta. Por lo tanto, es obligatorio en cualquier tipo de vía (urbana, interurbana o travesía) el uso de un casco infantil de bicicleta adecuado. De hecho, incluso los bebés que viajan en bicicleta en una silla infantil deben llevarlo. No llevar casco de bicicleta conllevará una multa.
La obligatoriedad del casco en ciudad no existe, por tanto, a partir de los 16 años (incluidos), tanto para conductores como para pasajeros. Aunque siempre es recomendable llevarlo. Y sigue siendo obligatorio para todo aquel que vaya en bicicleta en vías interurbanas. El incumplimiento del Código de Circulación o de las medidas de equipamiento obligatorias da lugar a una multa (conducción peligrosa, no llevar el casco cuando sea obligatorio, ir con auriculares, saltarse señales de tráfico, etc.) que oscila entre 60 y 500 euros.
España cuenta con más de 3.000 kilómetros de vías verdes situados por toda la geografía de nuestro país. Este tipo de rutas se caracterizan por ofrecer a los ciclistas la posibilidad de circular sin miedo a los coches, ya que están reservadas únicamente para ellos y para los peatones. Algunas vías verdes siguen los trazados de antiguos recorridos ferroviarios que se abandonaron hace décadas, por lo que suponen también un atractivo turístico para los ciclistas que transitan por ellas, ya que pueden disfrutar de bonitos paisajes. Sin embargo, a los ciclistas les surgen dudas sobre la normativa de llevar casco o no a lo largo de su recorrido.
Según argumentan los especialistas, en el caso de las vías verdes se puede concluir que se consideran como vías interurbanas, por lo que el uso de casco homologado sería obligatorio para todos los circuitos que circulen por ellas, salvo tres excepciones: las subidas prolongadas, el calor extremo o por razones médicas. Es fundamental ponérselo correctamente y llevarlo siempre abrochado para que no pueda salir despedido.