El otoño y el invierno son épocas un tanto inestables en cuanto a climatología, en las que es posible que tenga lugar más de una tormenta. El tiempo puede cambiar de un momento a otro, un fenómeno bastante común que puede llegar a provocar lluvias torrenciales, granizo, rayos y fuerte viento. Pero ¿qué peligros existen si una tormenta te pilla dentro de tu coche?
En una tormenta puede caer mucha agua o granizo, e incluso rayos. Las cortinas de agua pueden ser tan densas que los limpiaparabrisas no den abasto a quitar el agua. Si el agua no nos deja ver nada, lo mejor que podemos hacer es retirarnos momentáneamente de la circulación. Además de ser peligrosas para la vida de las personas, las tormentas eléctricas también suponen riesgos para los coches que están en la calle y circulando, pero incluso cuando se encuentran parados. Entonces vale la pena preguntarse: Si retumban los truenos de la tormenta, ¿estamos a salvo en el coche? La respuesta es sí.
Los automóviles son capaces de hacer pasar los rayos por el exterior de la carrocería hasta el suelo sin causar ningún daño a los ocupantes. Todos lo sabemos, se trata de una Jaula de Faraday en la que no debería pasarnos nada. Un efecto llamado así en honor a su descubridor, Faraday. Pero la realidad es que son momentos agónicos. Sobre todo, cuando vas en carretera y ves cómo los rayos impactan a ambos lados de la carretera, y no muy lejos de ti, con un estruendo parecido al de una bomba.
Los rayos de las tormentas son capaces de transportar corrientes de hasta 800.000 voltios de tensión. Estas, además, suponen 30.000 amperios que generan calor por valor de 8.000 grados centígrados de temperatura. Con estos datos resulta prácticamente imposible sobrevivir a la caída de uno de estos fenómenos sobre nosotros. Por este motivo, si nos desplazamos en coche mientras descarga una tormenta con rayos podemos estar completamente seguros.
La mejor de las recomendaciones es parar a cubierto y resguardarnos un rato pero, como esto no siempre es posible, si tienes que seguir circulando hazlo con mucha calma y con la seguridad de que el coche te va a proteger, tanto los de gasolina como los eléctricos están preparados. Si circulas en ciudad, tranquilo, pues la mayor parte de los edificios tiene pararrayos. Si lo haces en carretera evita pararte en zonas elevadas o con árboles alrededor, que atraen los rayos. Además, cierra las ventanillas, apaga la radio y el móvil, no toques nada metálico del coche y si tienes que bajar intenta hacerlo sin tocar la carrocería.
El mantenimiento del vehículo también es importante a la hora de circular bajo una tormenta.
Finalmente, adaptar la velocidad a las condiciones de visibilidad, el tráfico y las peculiaridades de la vía, evitando realizar maniobras bruscas e incrementando la distancia con el vehículo que nos precede para adaptar la frenada a un pavimento mojado, son otras de las recomendaciones.