Para obtener o renovar el carnet de conducir, un permiso indispensable para poder circular por nuestras carreteras, no basta con aprobar los exámenes prácticos y teóricos, sino que se debe superar también un reconocimiento médico que determine que somos aptos para conducir.
Este examen, que anualmente realizan alrededor de dos millones y medio de personas, es gratuito y debe hacerse en los Centros de Reconocimiento de Conductores (CRCs), unos centros autorizados para la expedición de los certificados de aptitud física, mental y de coordinación necesarios para obtener o renovar el permiso de conducir. Durante él, los médicos, oftalmólogos y psicólogos del CRCs realizan una inspección psicofísica al examinado en la que se incluyen pruebas visuales, psicológicas y auditivas, así como un reconocimiento médico general.
Para elaborar estas pruebas, los especialistas de los CRCs se basan en el Protocolo de Exploración Médico-Psicológico para los CRC, un documento elaborado por la DGT (Dirección General de Tráfico) que recoge las pruebas que deben aplicar los profesionales de los CRCs a la hora de evaluar a los conductores que quieran adquirir o renovar su carnet de conducir.
Este documento, que permanecía vigente desde 2007, ha sido actualizado durante este verano, a fin de “unificar y armonizar los criterios seguidos en la evaluación de los conductores” y de “dar un nuevo enfoque centrado en facilitar la labor de cribado, ofrecer criterios y puntos de corte para simplificar la toma de decisiones sobre la aptitud y potenciar la intervención preventiva del CRC trabajando el consejo preventivo”, según señalan desde la DGT.
Para elaborar esta nueva versión, desde el organismo oficial han tenido en cuenta las recomendaciones de especialistas y de expertos de la Unión Europea, así como los protocolos de los países punteros.
Este nuevo documento modifica, en palabras del médico de CRC Enrique Mirabet recogidas por la DGT, el “significado del procedimiento de valoración, dándole un sentido mucho más preventivo, dirigido a la concienciación y sensibilización del riesgo vial”. El nuevo protocolo, que puede consultar de manera íntegra en internet, establece los siguientes procesos para evaluar a los aspirantes:
En base a estas pruebas, los especialistas de los CRCs determinarán si un conductor es válido y si aquellos que sufren alteraciones o enfermedades representan un riesgo vial asumible o reducible con medidas preventivas. El nuevo protocolo también les ofrece una serie de modelos para realizar la historia clínica, así como fórmulas para calcular índices, puntos de corte para criterios y códigos de restricción en función de la discapacidad.
El informe de aptitud de los CRCs caduca a los 90 días hábiles de su expedición. Los carnets de conducir tienen una vigencia que oscila entre los cinco y los diez años, en el caso de los turismos, y entre los tres y los cinco años, en el caso de los vehículos de uso profesional, y es recomendable que aquellos que quieran renovarlo lo hagan antes de que caduque. El coste de todo el trámite de renovación es de 24,58 euros.