Para mantener la seguridad en las carreteras, es imprescindible que todos los conductores respeten los límites de velocidad. Sin embargo, la mayoría de multas de tráfico que se ponen en nuestro país vienen, precisamente, de los excesos de velocidad.
Así lo demuestran los datos oficiales de la DGT (Dirección General de Tráfico) de 2021, que reflejan que casi dos de cada tres multas que se ponen en nuestro país están relacionadas con estos excesos. Según los datos oficiales del organismo recogidos por la asociación Automovilistas Europeos Asociados, el año pasado se impusieron aproximadamente unos 4,79 millones de multas en nuestro país, sin contar las sanciones del País Vasco y Cataluña, que tienen transferidas las competencias en esta materia. Y de este total, 3,05 millones corresponden a sanciones por exceso de velocidad, es decir, un 64%.
Las sanciones por no respetar los límites de velocidad vuelven a ser, como ya es habitual, las más comunes en nuestras carreteras, a pesar del riesgo que estos excesos suponen para nuestra seguridad. Tal y como recuerda la DGT, una velocidad excesiva expone a los usuarios de las vías a situaciones de alto riesgo, aumentando las probabilidades de morir o de sufrir lesiones graves permanentes en un accidente. De hecho, el organismo señala que al menos uno de cada cinco accidentes de tráfico con víctimas puede relacionarse directamente con estos excesos de velocidad.
Precisamente para disminuir los accidentes provocados por el exceso de velocidad, el Servei Català de Trànsit de Cataluña (SCT) y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana han elaborado un plan para combatir la siniestralidad en una de las autovías catalanas: la AP-7, una autopista que eliminó los peajes en septiembre de 2021 y que, desde entonces, ha experimentado un incremento en su accidentalidad.
Según apuntan desde la Generalitat de Cataluña, en lo que llevamos de año esta autopista acumula aproximadamente unas 23 víctimas mortales y 45 heridos de gravedad, lo que representa el 17% de las 135 personas fallecidas en las carreteras catalanas. Además, desde que se eliminaron los peajes, la movilidad en esta vía se ha incrementado en un 40% y las congestiones por siniestros, un 98%.
Con el objetivo de reducir la siniestralidad, el SCT y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana han decidido reducir el límite máximo de velocidad a 100 km/h y 80 km/h en tres tramos de la autopista durante, al menos, dos meses, e incorporar radares en un cuarto tramo. En total, se actuará en 82 kilómetros de la autopista, siendo los tramos afectados los siguientes: