Salir a la carretera significa ir con los ojos bien pendientes del asfalto y de ti mismo para no cometer ninguna infracción que te reste algún que otro punto del carnet de conducir o que lleve una cuantiosa sanción económica. ¿Lo más normal? Una copita de más que no te tenías que haber tomado, acelerar más de la cuenta, la ITV caducada, una inocente infracción captada por los agentes… Sin embargo, hay cosas de las que no somos conscientes y que podrían acarrear una buena multa, como esa costumbre de colgar un ambientador del espejo retrovisor.
Como lees. Eso sí, hablamos de ambientador porque es lo más recurrente, pero también podríamos decir rosarios, llaveros o muñecos. Pero ¿por qué? Es de lo más frecuente ver estos accesorios ahí colgados que son legales hasta cierto punto, porque en el momento en el que interfieren en la visibilidad del conductor también lo hace en la correcta circulación, por lo que puede suponer un peligro y, por tanto, una multa.
Lo pone en el Reglamento General de Circulación, donde se expone que está prohibido conducir un vehículo en el que la superficie acristalada no permita al conductor la completa visibilidad de la vía por la que circula. No están prohibidos porque normalmente permiten una correcta visión. No obstante, en ocasiones pueden llegar a ser bastante voluminosos, obstaculizando la visión.
Por eso mismo, si los agentes de Tráfico consideran que lo que llevas colgado del espejo retrovisor interfiere en tu campo de visión y, por tanto, en tu seguridad y la del resto de usuarios de la vía, pueden multarte. Así lo expone la Dirección General de Tráfico (DGT), con una multa que puede ascender hasta los 200 euros.
En todo caso, mucho ojo, porque si ese objeto, que puede ser un ambientador, está mal colocado o amarrado y cae a la vía o tiene peligro de hacerlo, la sanción sube hasta los 500 euros y la multa también conlleva la pérdida de cuatro puntos del permiso de conducir.
Además, también apuntan que el movimiento al balancearse puede ser peligroso porque supone una distracción o puede golpear al espejo, el cristal e incluso al conductor. Por no hablar de que esos ambientadores pueden ser perjudiciales para la salud, ya que algunos estudios han señalado que a largo plazo pueden ocasionar enfermedades o problemas respiratorios.