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El 28% de los accidentes de tráfico en España tienen como consecuencia el fallecimiento de una persona mayor de 65 años, y la mayoría de estos siniestros se deben a pérdidas de facultades psicofísicas. Un dato que no ha pasado desapercibido para la Dirección General de Tráfico (DGT), que planea cambios para este sector de la población. El aumento de la esperanza de vida se ha traducido en un incremento de los conductores sénior en la carretera, alrededor de un 10% del total, por lo que se plantea una modificación en la normativa.
Los mayores de 65 años deberán renovar el permiso de conducir con más frecuencia de la actual. Según la normativa vigente estos conductores tienen que renovar su permiso de coche, moto o motocicleta cada cinco años, un periodo menor que para las personas más jóvenes, que deben hacerlo cada diez años, con la finalidad de "asegurar que se mantiene intacta la capacidad para conducir".
Sin embargo, desde Tráfico quieren reducir aún más esa horquilla para los mayores de 70 años. En concreto, tendrían que renovar el carnet cada dos años desde que entre en vigor la nueva normativa. La intención es evitar los riesgos que el avance de la edad puede provocar en los conductores mayores.
Es cierto que en esos cinco años que transcurren entre los 65 y los 70 pueden ocurrir cambios importantes en las condiciones psicofísicas de las personas, pero la pérdida de capacidades no es generalizada y no afecta por igual a todos. Al reducir la vigencia de las licencias de conducir se aumenta la frecuencia de las evaluaciones a quienes decidan renovar. Y en estos controles la DGT podrá comprobar el estado real del conductor.
Quienes tengan que renovar su permiso de circulación tendrán que facilitar un impreso de solicitud oficial, el DNI, una fotografía actualizada y el informe de aptitud psicofísico. Para conseguir este último documento se deberán superar pruebas como el test de anticipación de la velocidad y la coordinación visomotora, así como un estudio de audición y visión, y otro general de salud.
La medida ha sido fuertemente contestada por la Federación Española para la Defensa de las Personas Mayores, que considera que la discriminación por edades infringe un precepto constitucional, pues no todas las personas son iguales ante la ley. La entidad argumenta que la capacidad para conducir es inherente a la persona y no a la edad. Además, manifiesta que el porcentaje de siniestros de tráfico con responsables de la tercera edad es muy reducido en comparación con personas menores.
Una medida que favorece a los mayores de 65 sí estará vigente en 2024: podrán realizar su trámite de renovación del permiso de conducir sin solicitar cita previa. Además, los mayores de 70 años están exentos del pago de tasas.