Es muy posible que en los últimos días hayas escuchado hablar un coche de la Guardia Civil de cartón que se viralizó en redes sociales y causó confusión y que estuvo colocado en la carretera que une Albacete y Ayna. En un inicio se pensó que era una estrategia de la propia Guardia Civil para que los conductores levantasen el pie del acelerador, también se habló de que fue una réplica de una empresa para proteger a sus obreros, ya que algunos conductores no respetan las normas de señalización y ponen en peligro a los empleados que trabajan en las carreteras. Pero entonces, ¿cuál es la versión correcta? ¿De dónde salió el coche de cartón de la Guardia Civil?
Al parecer toda esta polémica viene por una propuesta a un concurso de ideas que aporten formas de señalización en las calzadas para proteger a los trabajadores del mantenimiento de las carreteras. Según fuentes de la Guardia Civil han explicado a El País, una empresa dedicada a la conservación de las carreteras que trabaja para Fomento en Castilla-La Mancha se presentó a un concurso de la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (ACEX) para encontrar nuevas ideas de señalización y protección de los trabajadores en las vías.
Hasta aquí todo bien, hasta que a la empresa se le ocurrió la idea de crear un coche patrulla de la Guardia Civil a tamaño real en cartón que les costó alrededor de 700 euros. Entonces, según explica el diario mencionado, la empresa cortó durante unos minutos varios metros de la carretera para poner la réplica de cartón y grabar el vídeo que ha circulado por redes sociales para enviarlo al concurso. Eso sí, sin esperar tal repercusión.
Javier Pacheco, uno de los creadores, explicaba a Nius que "el coche es como una maqueta, construido con cartón pluma. Por detrás lleva una estructura de metal para sujetarlo y abajo un contrapeso. Lleva una batería pequeña para alimentar las luces y así hacerlo más real. Es un mecanismo muy sencillo".
"Estamos al tanto de los accidentes que se producen en España. Vemos las consecuencias: atropellos, colisiones y todo tipo de siniestros. A mayor velocidad, mayor es la probabilidad de tener un despiste y de perder el control. La gente no es consciente del peligro. Entendíamos que, si usábamos en la señalización un vehículo policial, los usuarios aminorarían la marcha. Los conductores están más pendientes y el trabajador puede estar más seguro. Se nos encendió la bombilla y lanzamos esta idea", terminó de explicar.
¿Qué ocurre ahora? Por una parte, la Guardia Civil se encuentra investigando el caso, pues podrían haber caído en un delito, ya que no se pueden mostrar elementos, insignias, uniformes o logotipos de las autoridades sin la autorización previa. Además, en la Ley se indica en uno de los artículos a "no instalar la señalización de obras o hacerlo incumpliendo la normativa vigente, poniendo en grave riesgo la seguridad vial". Una infracción que la misma Ley aplica que de cometerse conlleva una multa de entre 3.000 y 20.000 euros.