Todos sabemos que si en invierno se avecina un temporal no debemos utilizar el coche para viajar, sin embargo, a veces por una necesidad imperiosa no queda más remedio que salir a la carretera. En Uppers vamos a explicarte cómo actuar si te quedas atrapado en el coche en una nevada. Sería el caso más extremo al que te puedes enfrentar antes de que llegue en tu ayuda la asistencia en carretera o emergencias.
En busca de las recomendaciones con mayor fundamento hemos acudido a la Dirección General de Tráfico en cuya web se informa sobre qué hacer si te quedas atrapado en el coche por la nieve. También hemos acudido a las asociaciones de conductores hasta obtener el máximo número de consejos, que son los que siguen a continuación:
Cualquier vehículo debe llevar sus correspondientes cadenas para poder circular por la nieve cuando todavía hay poca y para salir del lugar donde se ha quedado atrapado.
Un básico es consultar la previsión del tiempo y la temperatura a la que nos vamos a enfrentar durante el viaje. De ese modo podremos equiparnos en consonancia y añadir una bolsa con ropa térmica de repuesto, botas resistentes y unas mantas además de los abrigos. Recuerda que si además hay vendaval la sensación térmica puede ser menor que la que marca el termómetro.
Antes de emprender el viaje debes llenar completamente el depósito de combustible y aprovechar el paso por las estaciones de servicio para rellenarlo. Recuerda que los expertos aconsejan dejar el coche en marcha y la calefacción encendida si te quedas atrapado.
Un buen recurso es contar con agua y provisiones suficientes para todos los viajeros y pensando en que cabe la posibilidad de permanecer en el vehículo muchas horas.
Ante una situación de emergencia como la de quedarnos atrapados en la carretera por la nieve lo primero que se ha de hacer es llamar a emergencias al número de teléfono 112. Se trata de comunicar lo sucedido y nuestra ubicación. Por tanto, es imprescindible llevar un teléfono móvil con batería suficiente y reacondicionar el aparato en modo ahorro si no contamos con una batería portátil de repuesto. Lógicamente lo último que se debe hacer es gastar la batería para entretenernos.
Es aconsejable además informar a otras personas de nuestra hora estimada de salida y de llegada al destino al igual que de la ruta prevista. Ellos estarán pendientes y podrán notificar la posible emergencia si no tienen noticias nuestras.
Es importante señalizar que nos encontramos dentro del coche y que necesitamos ayuda. Para ello no nos sirven los triángulos de emergencia porque pueden quedar sepultados por la nevada enseguida. Lo más útil es colocar prendas o trapos de colores llamativos en los laterales del vehículo, en el techo o en la antena.
Cuando se produce un atasco o nos quedamos atrapados por la nieve y ya no es posible avanzar, el mejor refugio es el coche porque aísla de la temperatura exterior hasta que la situación mejore o llegue la ayuda.
Lo más adecuado es que el motor permanezca en marcha y la calefacción en funcionamiento. Los expertos del motor puntualizan que es el único modo de que no se congele el propulsor y estará preparado para volver a circular en cuanto sea posible cuando los vehículos de emergencias o los quitanieves despejen la carretera.
Como vamos a dejar el coche en marcha, el tubo de escape debe estar liberado de nieve de modo que los gases nocivos del motor no penetren en el interior del habitáculo porque sería peligroso respirarlos. Si nevara continuamente es imprescindible salir del vehículo para despejar esa salida del tubo.
En la medida en la que sea posible, cuando llegue el momento de parar el vehículo, una norma es situarse a la derecha de la carretera. De esta forma se deja libre el carril izquierdo para la circulación de los servicios de emergencia. Así la ayuda llegará antes y de una forma más efectiva a todos los conductores atrapados.
Quedarse atrapado en la nieve durante horas con el calor de la calefacción da pie a dormirse. No obstante, hay que mantenerse despierto si se viaja solo o hacer turnos para descansar. Alguien debe permanecer pendiente de comprobar el estado de la carretera, de limpiar la acumulación de nieve alrededor del coche, de prestar atención a las noticias y de vigilar la llegada de la asistencia.
Cuando varias personas se encuentran demasiado tiempo en un habitáculo tan pequeño como el de un vehículo hay que renovar el aire del interior frecuentemente y ventilar. Es la única manera de que no resulte cargante.
Tener la radio encendida del vehículo mantiene informados a los viajeros ante los cambios y predicciones meteorológicas al igual que de las posibles indicaciones de los servicios de emergencia.