La ITV, siglas con las que se conoce popularmente a la Inspección Técnica de Vehículos, es un examen técnico por el que deben pasar todos los vehículos de manera periódica para poder seguir circulando por las vías públicas de nuestro país.
Este trámite está regido por el “Manual de Procedimiento de Inspección de las Estaciones I.T.V.” del Ministerio de Industria, Energía y Turismo y sirve para comprobar el estado general de cada tipo de vehículo del país. A través de él, los inspectores analizan si los automóviles, motocicletas, furgonetas, autocaravanas y camiones cumplen con las normas mínimas de seguridad vial y emisiones exigidas y determinan si el vehículo está capacitado para seguir circulando por carretera o si, por el contrario, necesita una revisión técnica.
El objetivo de la ITV es disminuir el riesgo de accidentes en carretera y el impacto medioambiental de los vehículos. Para ello, durante este trámite los inspectores revisan a fondo los distintos componentes de los vehículos, es decir, la carrocería, las luces, los neumáticos, los frenos y las suspensiones, y realizan pruebas de ruido y emisiones para comprobar su efecto contaminante.
De acuerdo a los datos del estudio ‘Contribución de la ITV a la seguridad vial y al medio ambiente, elaborado por expertos del Instituto de Seguridad del Vehículo Automóvil Duque de Santomauro (ISVA), de la Universidad Carlos III de Madrid, estos exámenes evitaron al menos 15.641 siniestros viales, 13.110 heridos y 148 muertes en la carretera solo en 2021. Sin embargo, y a pesar del carácter obligatorio de este trámite, en los últimos años el nivel de absentismo ha aumentado, hasta alcanzar en 2021 una tasa del 40%, una cifra que supera en 20 puntos a la registrada en 2020, cuando se situó en un 20%, y que representa el mayor índice de la historia.
No pasar la ITV no solo afecta a la seguridad vial, sino que está sancionado con importantes multas que oscilan entre los 200 y los 500 euros. Bajo algunas circunstancias, además, los conductores se enfrentan a que su vehículo quede completamente inmovilizado hasta que resuelvan los problemas y averías.
No obstante, no todos los vehículos deben pasar la ITV con la misma periodicidad. Al contrario, esta se determina en función del tipo de vehículo y su antigüedad, siendo mayor para los vehículos antiguos y para aquellos destinados al transporte de mercancías y menor para aquellos vehículos que sean nuevos y estén destinados al transporte de personas.
Los vehículos más nuevos, además, están exentos de pasar la ITV, al menos durante sus primeros años de vida. Tomando siempre como referencia su fecha de circulación, estos son los años durante los cuales están exentos de pasar por este trámite:
Una vez transcurrido este tiempo, los vehículos estarán obligados a realizar cada una de las revisiones de la ITV. En el caso de los vehículos que hayan sido dados de baja temporal, tampoco deberán realizar estos exámenes, pero en el caso de que se quiera volver a utilizarlos se deberá pasar primero la inspección.