El Gobierno ha puesto en marcha la Ley 7/2021 del 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, que limita la entrada de determinados vehículos en las ciudades de más de 50.000 habitantes. El objetivo es disminuir la emisión de gases y reducir la intensidad del tráfico, cambiando los hábitos para evitar los desplazamientos innecesarios en coche.
Los primeros vehículos a los que afectará esta nueva normativa serán los que no pueden contar con etiqueta de emisiones de la DGT, es decir con motores diésel anteriores a 2006 y gasolina de antes de 2000. La nueva Ley de Cambio Climático obligaría a que los vehículos tengan las etiquetas ambientales; pegativas que ya son necesarias en Madrid y Barcelona.
Hasta 149 localidades españolas se verán afectadas por esta nueva normativa. La imposición de las nuevas zonas ZBE a partir de 2023 hará que muchos ayuntamientos comiencen a exigir que los vehículos que quieran transitar por la ciudad empleen el distintivo ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT) para controlar el acceso de los mismos. Implicará que a partir de 2023 los coches con etiquetas A, B y C (distintivo ambiental) no podrán circular en ciudades con más de 50.000 habitantes por la aplicación de esta ley, que establece que los municipios con mayor densidad de población tendrán que habilitar Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
Casi 4 millones de los 11,5 millones de coches que circulan por las ciudades españolas verán comprometida su circulación al no disponer de etiqueta. Esto supondrá la inmovilización del 32% de los vehículos al no cumplir con los requisitos de la DGT para llevar un distintivo medioambiental.
Etiqueta 0. Es lo más de lo más. La ‘superetiqueta’. Con esta etiqueta puedes acceder donde te venga en gana, incluso aparcando gratis en zona de estacionamiento regulado. Recordemos que los coches con etiqueta 0 son los eléctricos y los híbridos enchufables que igualen o superen los 40 km de autonomía eléctrica según el ciclo de homologación WLTP.
Etiqueta ECO. Es una etiqueta mucho más común que la ‘0’, puesto que es la designada para todos los vehículos híbridos con autonomía eléctrica inferior a 40 km, para todos los microhíbridos, y para todos aquellos que puedan funcionar con Gas Natural Comprimido (GNC) o Gas Licuado de Petróleo (GLP). Con la etiqueta ECO tienes, al menos de momento, los mismos privilegios que con la 0, con la salvedad de dos beneficios importantes: no puedes circular por los carriles BUS-VAO, y sí puedes aparcar dentro de las ZBE, pero pagando.
Etiqueta C. Es la etiqueta más habitual en el parque automovilístico español. Todos los coches nuevos la llevan (salvo que sean híbridos, microhíbridos, bifuel o eléctricos), así como los gasolina que cumplan una normativa igual o superior a la EURO IV (en la práctica, los matriculados de enero de 2006 en adelante) y los diésel EURO VI (de septiembre de 2015 en adelante). Los automóviles con etiqueta C pueden acceder a las ZBE pero no aparcar dentro de ellas (obligatorio en párking), mientras que fuera de las ZBE pueden circular con total libertad y también aparcar en zonas de estacionamiento regulado.
Etiqueta B. Es la ‘peor’ etiqueta dentro de las cuatro que hay. Es la adjudicada a vehículos de gasolina EURO III (de 2001 en adelante) y diésel EURO IV (de 2006 en adelante). No hay grandes diferencias en cuanto a restricciones de circulación respecto al distintivo C, aunque sin duda alguna, con el tiempo la etiqueta B perderá privilegios mucho antes que la C. Aparte, aparcar en zonas de estacionamiento regulado con un vehículo con etiqueta B sale más caro que con un C, puesto que acarrea una penalización del 20%.
Sin etiqueta (o etiqueta A). Según datos de MSI, el 30% de los automóviles que circulan por España se encuadran entre los ‘A’, es decir, que no tienen etiqueta. Estos son los vehículos que se está intentando retirar paulatinamente de las ciudades, aunque fuera de ellas no tendrán problema alguno a corto plazo.