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Las hay de todos los colores… incluso sin salir de España. Las matrículas, para identificar cada vehículo que circula por todas las carreteras del mundo, tienen sus especificaciones en cada país del planeta y, por algunas, en determinados lugares, se llega a pagar una auténtica millonada.
En España, se empezó a matricular coches, con el distintivo provincial, en el año 1900. Sin ir más lejos, las “normales” son blancas con los números en negro. Pero las hay azules para los coches de Servicio Público, rojas si son placas temporales o coches pertenecientes a embajadas, verdes pueden ser también llos vehículos diplomáticos o las temporales si has comprado un coche en el extranjero, amarillas para los cuadriciclos ligeros, las históricas que empiezan por tres letras en vez de por números…
Por cierto, en nuestro país no verás matrículas con vocales, con la Ñ y la Q. Estas consonantes están vetadas por su parecido con la N y la O y lo fácil que sería falsificar añadiendo apenas un trazo. Las vocales tienen el fin de evitar palabras malsonantes o poco atractivas como ETA, ANO, PIS, RIP, DEP, TOS, etcétera. Entendible.
Y si salimos de España, la cosa se puede complicar bastante, hasta el punto de que, en Estados Unidos, hay una matrícula diferente según el estado en el que estés, y son medio centenar. Pueden variar el color, los caracteres, el logo identificativo de cada estado… una auténtica locura.
Por desgracia, hace tres años saltó a la fama una matrícula de un Ford Mustang GT de Ohio, cuya matrícula era COV1D19. Sobran las palabras. Aquí en España hay una matrícula que nadie quiso en su momento. En 2011 los coches que se adquirían venían con las letras finales HDP, que quien y quien menos sabemos el significado de ese acrónimo. Mala suerte si te tocó una de estas.
En Argentina se suelen mezclar tres letras y tres números. GOL y GIL, por distintas razones, son las más amadas y las más odiadas. La primera, en un país tan canchero, salta a la vista. La segunda, en argot, Gil se utiliza para decir tonto, bobo, idiota.
Otra que nos ha encantado mucho, sobre todo a los que estamos todo el día pegados al ordenador y dependiendo de internet a todas horas, es el Volvo S90 de color dorado que puedes encontrar con la matrícula URL 404. Sí, hasta en las matrículas de coches nos podemos encontrar este tipo de error.
Hace escasas fechas, las placas identificativas de los vehículos han vuelto a ser portada porque en Emiratos Arabes Unidos se han pagado, al cambio, casi 14 millones de euros, por matricular un coche con una placa con un solo número, el 7, que parece ser que por aquellos lares tiene un simbolismo muy profundo y muy marcado. Muchas escuelas islámicas sostienen que el 7 es un número sagrado. Alá creó en el origen de todo siete cielos, siete tierras y siete días, antes de crear al hombre en siete pasos.
Esta matrícula se subastó hace unos días y un anónimo ofreció 55 millones de dirhams, entrando directamente en el libro de los Records. En 2008 ya se pagó en el mismo país 10,5 millones de euros por el número 1. Abdul Ghafour Khouri es el nombre del afortunado.
En Gran Bretaña se llegó a pagar 660.000 euros por la matrícula “F1”. Otras como “007”, “1D” o “FU*CK”, también han sido las más comentadas en redes… junto a “GA-Y” y “SE-XY-10” por algo será :)