Durante estos días se celebra la Tourist Trophy (TT) Isla de Man en una isla del mar de Irlanda, la que es conocida como la carrera de motos más salvaje, difícil y peligrosa del mundo. Una prueba con sabor amargo tras conocer que el piloto español de road races, Raül Torras, ha muerto este martes a los 46 años durante la competición, tal y como la organización informaba anoche. Torras es el segundo español que pierde la vida en esta competición. ¿Qué es lo que hace a esta carrera la más peligrosa del mundo?
Fue en 1970 cuando murió el primer español en esta prueba, Santiago Herrero. Torras ha fallecido en un accidente producido en la primera carrera de Supertwin, en la última vuelta de la carrera. “Era un competidor experimentado de TT que hizo su debut en el 2017 y obtuvo su mejor resultado con su decimoquinto puesto el año pasado en la carrera de Supertwin”, señala el comunicado de prensa. La zona donde ha sufrido el accidente ha permanecido cerrada durante varias horas para poder realizar la investigación pertinente.
Lo cierto es que a Torras la carrera le estaba yendo bien tras batir su récord ese día, logrando la vuelta más rápida dada por un español en el Circuito de Montaña que le aseguraba la vigésima plaza en la clasificación. El piloto participaba en su quinta prueba Isla de Man, aunque ya había participado en 21 TT antes, habiendo conseguido 18 estatuillas de bronce.
Desde 1907 han sido 260 los motoristas que han muerto en la competición, que ya se conoce como ‘la carrera de la muerte’. Solo existe un año limpio, 1982, el único en el que no hubo ningún muerto en competición. Solo el año pasado, en 2022, la TT Isla de Man acabó con cinco muertos.
Todos los pilotos que se atreven con la carrera contrarreloj saben el riesgo que se exponen, mucho más elevado que el de cualquier otra prueba de motociclismo. Son rutas abiertas con más de 200 curvas en un circuito en el que las motos pueden llegar a superar los 300 kilómetros por hora en determinadas zonas.
Por ello, no todas las federaciones acreditan a sus pilotos ante la peligrosidad que supone, aunque cada año se reúnen en la Isla de Man pilotos de todo el mundo que lo convierten en todo un evento.