Si hay un fenómeno en auge en los últimos tiempos es el del caravaning. Una fórmula ideal para viajar que combina alojamiento y transporte en un único hogar con ruedas. Esta tendencia al alza ha llevado al parque móvil de vehículos recreativos a alcanzar la marca de las 300.000 matriculaciones. Pero también cada vez son más las personas que, antes de aventurarse a la compra de una caravana grande, deciden adaptar su coche o furgoneta para el ocio y las vacaciones, aunque antes de ponerse manos a la obra conviene tener en cuenta algunos detalles.
Camperizar un vehículo tiene unas ventajas evidentes. En primer lugar, el poder visitar múltiples lugares sin tener que pagar hoteles o alquiler de casas. También es una opción mucho más cómoda que la tienda de campaña porque se puede aparcar casi en cualquier parte y permite protegerse de las inclemencias meteorológicas. Para personalizar tu vehículo puedes contratar a un camperizador profesional o hacerlo tú mismo, en cuyo caso estos son los pasos básicos que debes dar para emprender la tarea sin gastarte un dineral.
Antes de acometer el trabajo duro hay que planificar, es decir, coger lápiz y papel y hacer un dibujo del diseño del interior del vehículo que te sirva de guía. Existen programas de diseño que te pueden ayudar en esta tarea. Comprueba que se pueden adaptar los asientos de los pasajeros, bajar al máximo los espacios o colocar una base encima de ellos. Esa base servirá para dividir el espacio en dos: una superior para colocar un colchón y que se convierta en la cama, y otra para guardar todo lo necesario.
Es importante tener clara la distribución de espacio para maximizarlo y aprovechar todos los huecos. Para ello es conveniente saber el uso que le vamos a dar a la camper, ya que habrá que reservar espacio para una bicicleta en el caso de que nos guste el ciclismo, para una tabla de surf si pretendemos practicarlo, o para sillas y mesas si nuestra intención es acampar.
Es recomendable crear cajas o estanterías pequeñas, que sirvan para tener bien organizado el poco espacio que tenemos. Ahí podremos guardar productos de higiene, utensilios de cocina, prendas de ropa, y en general todo lo que necesitemos para desplazarnos.
Antes de montar los muebles o cualquier elemento que vaya a tener el vehículo hay que aislar el interior. Esto es vital porque un buen aislamiento térmico evitará las condensaciones de vapor, y pasar frío en invierno o calor en verano. Un buen aislante también significará menos combustible consumido y menos emisiones de CO2 a la atmósfera. Tendrás que sellar agujeros y zonas por las que se cuele el frío y el calor. Suelo, techo, vigas, ventanas, claraboyas, etc.
Es importante preservar algo de intimidad en el interior de la camper, en especial para esos momentos en los que hay que cambiarse o dormir. Toma medidas de las ventanillas del vehículo y hazte con cortinas para cubrirlas. Ten en cuenta que no te molesten ni te restrinjan la visibilidad cuando conduzcas.
Una autocaravana tiene sistema eléctrico, pero nuestro coche o furgoneta no, por lo que tendremos que agregar luces internas que se alimenten independientemente de la batería del automóvil para no quedarnos sin ella. Hay varias opciones, entre ellas linternas a pilas o luces de hadas a pilas. También tendrás que hacerte con adaptadores para conectar al mechero y así cargar el móvil u otros aparatos. Otra alternativa son las baterías pequeñas portátiles o alimentadas por paneles solares.
Es la gran pregunta, pero no hay una respuesta concluyente porque va a depender mucho del tamaño del vehículo, de cómo se adapta, de los materiales que empleemos y de la calidad de los productos que escojamos. Un presupuesto extremadamente low cost con lo mínimo para viajar puede partir de 500 euros, pero en España, teniendo en cuenta los precios de mercado, la media estaría en: